Conversamos con el Gerente de Asuntos Corporativos de wpd Chile, compañía alemana con más de 15 años de presencia en la industria nacional de las energías renovables, aportando a la descarbonización de la matriz energética del país
Mauricio Henríquez Flores, Ingeniero Civil Aeroespacial de la Universidad de la Universidad de Concepción y MBA del ESE Business School Chile de la Universidad de Los Andes, conversó con Poderyliderazgo.cl sobre el presente, desafíos y oportunidades que tiene la industria de energías renovables en el país y a nivel mundial.
Henríquez nos plantea de entrada sobre el de wdp Chile que “Somos un actor relevante en la descarbonización de la matriz energética de Chile. Nuestra energía limpia está ayudando a cambiar la matriz energética chilena para volverla más sustentable y menos dependiente de combustibles fósiles que además de contaminar son los principales causantes del cambio climático por sus altas emisiones de CO2”.
El ejecutivo refuerza sus ideas enfatizando que “wdp Chile actualmente opera tres centrales eólicas que generan energía limpia suficiente para abastecer el consumo eléctrico de cerca de 600.000 hogares y evitan la emisión de 324.000 toneladas de CO2 anuales aproximadamente”.
Recientemente fue el día Mundial contra el Calentamiento Global, ¿Cuál es el aporte de las energías renovables, y específicamente las eólicas, para detener la crisis climática y sus graves consecuencias para el planeta y las personas?
“La crisis climática que en realidad es una crisis de los combustibles fósiles es hoy un problema que nos afecta a todos y que evidenciamos en el día a día. Solo durante enero hemos sentido temperaturas sobre los 45ºC bajo el sol directo y en estas condiciones es muy dificil para el cuerpo humano sobrevivir. Por eso, se requiere de acciones concretas para generar cambios positivos y en este sentido las energías limpias representan una solución real y efectiva para hacer frente a la crisis climática”.
“Según las Naciones Unidas, los combustibles fósiles son responsables de más del 75% del total de emisiones de globales Gases de Efecto Invernadero (GEI) y cerca del 90% de todas las emisiones en dióxido de carbono. Actualmente, la única manera de detener el impacto negativo es reduciendo estos índices a casi la mitad en 2030 y llegar a cero en el año 2050. Para lograrlo, debemos dejar de depender de los combustibles fósiles e invertir en fuentes de energía alternativas que sean limpias, accesibles, asequibles, sostenibles y fiables”.
“Las energías renovables están tomando un rol cada vez más relevante dentro de la matriz y así lo demuestran las cifras: del total de la electricidad producida a nivel local durante 2023, un 63% correspondió a este ítem, representando un aumento del 7% en comparación con el 56% alcanzado en 2022, según un informe elaborado por Generadoras de Chile. Además, el aporte de fuentes de energía eólica, hidráulica y solar tuvo varios hitos en el último tercio del año, con récords de más del 70% en septiembre, octubre y noviembre”.
¿Podría compartir ejemplos específicos de proyectos de wpd en Chile que estén teniendo un impacto positivo en la reducción de la huella de carbono?
“Estamos muy orgullosos de ser pioneros y una de las primeras empresas de generación de energía renovable en invertir en el país. Desde 2009 hemos sido catalizadores del proceso de descarbonización de la matriz chilena y nuestra presencia en el mercado chileno cumple un rol clave en el camino hacia la transición energética sustentable, generando energía limpia y libre de CO2 que sea asequible y contribuya al bienestar de las personas y del medio ambiente”.
“Además, a diferencia de otras empresas del rubro, la propuesta de valor de wpd radica en encargarnos de todas las fases de cada proyecto, las que van desde la evaluación de terrenos, medición del viento o radiación solar, permisos, financiamiento, construcción y operación de los parques de generación de energía eléctrica”.
“Llegamos a Chile en 2009 y en la actualidad tenemos tres parques eólicos operando con casi total de 370 MW de capacidad instalada. Se trata del Parque Eólico Lomas de Duqueco (58.8 MW) y Parque Eólico Negrete (36 MW), ambos en la Región del Biobío; mientras que el Parque Eólico Malleco (273 MW) se encuentra en la Región de la Araucanía”.
Pensando a futuro ¿Existen nuevas inversiones, tecnologías, innovaciones o enfoques que la empresa esté explorando para mejorar aún más su impacto ambiental? ¿Existen medidas específicas para mitigar cualquier impacto ambiental negativo?
“Para wpd la crisis climática que vivimos actualmente en todo el mundo es una crisis de combustibles fósiles que no puede dejarnos indiferentes. Combatir el cambio climático que afecta al mundo y cuyos efectos también son visibles en Chile, implica limitar la producción y utilización de combustibles fósiles y en cambio, favorecer la industria de energías renovables no contaminantes para contrarrestar el daño medioambiental”.
“Estamos presentes en Chile porque creemos que hoy es posible convertir al país en un hub de energías limpias para el resto de Latinoamérica. Para ello, contamos con un portafolio de proyectos en desarrollo por más de 1000 MW al 2026, lo que significa una inversión de 1.500 millones entre proyectos eólicos, solares, de almacenamiento. Adicionalmente, y más a largo plazo, estamos evaluando el desarrollo de un proyecto de hidrógeno verde por otros US$1.000 millones”.
“Como empresa alemana presente desde hace 15 años, es un honor ser protagonistas en el proceso de descarbonización que se está llevando adelante en Chile. Confiamos en el marco legislativo y consideramos que la Ley Marco de Cambio Climático es una herramienta importante para el futuro de Chile. Asimismo, valoramos el proyecto de Ley de Transición energética que se encuentra en etapa de primer trámite constitucional en el Senado”.
¿Cuáles son los desafíos más importantes que enfrenta hoy la industria de las energías renovables a nivel mundial y también en Chile?
“La industria de las energías renovables ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años y enfrenta diversos desafíos a nivel mundial, entre ellos, la integración en la red eléctrica para garantizar una transición efectiva hacia un suministro de energía más renovable; el desarrollo de tecnologías de almacenamiento de energía a gran escala, que es esencial para superar los desafíos de la intermitencia de las fuentes renovables; la necesidad de mayor infraestructura de transmisión; el marco regulatorio y político de cada país, que puede afectar negativamente la inversión en proyectos de energía renovables y también los desafíos tecnológicos, fundamentales para que los proyectos puedan operar con eficiencia e innovación”.
“En el caso de Chile, la regulación del mercado eléctrico del país no ha sufrido modificaciones en los últimos cuarenta años. El problema es que el modelo actual no consideraba la fuerte irrupción en la matriz de fuentes de energía variable, como la solar y la eólica”.
“La situación que vivimos en Chile es especialmente crítica y está afectando la sostenibilidad y viabilidad de las empresas generadoras de energía limpia, ya que el mercado eléctrico al actualmente se basa en energías fósiles e hidráulicas, a las cuales asigna un costo de generación, a diferencia de la energía renovable, que marca precio cero en varias horas del día, lo que va en detrimento directo de las empresas generadoras de energía 100% renovable y libre de emisiones”.
“Por lo tanto, el gran desafío del sector de las ERNC consiste en actualizar la regulación que rige al mercado eléctrico para, por un lado, brindar sostenibilidad financiera a las empresas generadoras de energía limpia y, por otra parte, dar mayor certeza a los inversionistas extranjeros que invertirán en la industria de las ERNC en Chile”.
“Otro problema que afecta a la industria es que no estamos usando las líneas de transmisión de manera eficiente, lo que implica que literalmente se está votando cerca del 30% de la energía limpia que se produce, ya que esta no puede ser inyectada al sistema eléctrico nacional. Hoy existen tecnologías como los sistemas de automatización, que permiten usar las actuales líneas de transmisión más eficientemente y permitirían inyectar más energía al utilizando la infraestructura existente. En este mismo sentido, tenemos que acelerar la incorporación de sistemas de almacenamiento de energía, para dar mayor respaldo, estabilidad y seguridad a la red de transmisión”.
La visión sostenible vela, además de la protección de los recursos naturales, por el cuidado y respeto a las personas. ¿Cómo trabaja wpd Chile con las comunidades locales en las áreas donde se encuentran sus parques eólicos? ¿Existen programas específicos para mejorar la calidad de vida de los vecinos cercanos a los proyectos?
“Buscamos impulsar relaciones tempranas y de largo plazo con las comunidades vecinas a nuestras centrales de energía, ya que somos un actor que permanece en el territorio. Nuestro foco es crear valor compartido, impulsando iniciativas de inversión que mejoren la calidad de vida de las comunidades y las empoderen. Por eso, junto con ellas implementamos programas de desarrollo local sostenible en ámbitos prioritarios que nacen desde las agrupaciones locales, en temas como educación, fomento productivo o mejoramiento de viviendas, dependiendo de las necesidades de cada sector. Lo anterior ha significado una inversión social de más de $2.000 millones en la región de Concepción y La Araucanía”.
¿Cómo mide wpd su éxito en términos de impacto ambiental y sostenibilidad? ¿Existen metas o indicadores específicos que la empresa se haya fijado en relación con el cambio climático?
“En wpd somos un actor de largo plazo en todos los países donde invertimos y también somos dueños de los activos, factor que nos diferencia de otros y que nos impulsa a un compromiso mayor. Nos encargamos de todas las fases de cada proyecto, las que van desde la evaluación de terrenos, medición del viento o radiación solar, permisos, financiamiento, construcción y operación de los parques de generación de energía eléctrica”.
“Realizamos un riguroso proceso de medición y evaluación de los terrenos y su potencial energético. Asimismo, todos nuestros proyectos pasan por un proceso de evaluación ambiental antes de ser construidos. Nos aseguramos de cumplir con todos los estándares nacionales y las regulaciones que exige la autoridad”.
“Adicionalmente -y como parte de nuestro compromiso integral-, vamos más allá de la legislación local y nos acogemos a normas internacionales, rigiéndonos por la normativa IFC (International Finance Corporation), el convenio 169 de la OIT, que establece la consulta obligatoria a los pueblos originarios para medidas que les afecten y por los Principios del Ecuador, en el marco del respeto irrestricto a los derechos humanos”.
“Para medir el impacto de nuestras operaciones, contamos con profesionales capacitados desplegados en terreno y realizamos monitoreos ambientales constantes. De acuerdo con estos resultados, activamos planes de acción adaptados a las necesidades específicas de cada ecosistema y de cada comunidad, manteniendo comunicación permanente con los vecinos y las autoridades. Adicionalmente nuestro equipo en terreno mantiene relación constante con más de 30 comunidades en la zona de Biobío y La Araucanía”.