Esteban Valenzuela: “Sueño con una región verde e integrada socialmente, que deje atrás el rezago y la desigualdad”

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Poderyliderazgo.cl conversó con el periodista y académico universitario que busca transformar la región de O’Higgins al alero de una nueva gobernanza territorial que se inicia con la elección histórica de los Gobernadores Regionales


De respuestas concretas, apasionadas y llenas de convicciones es Esteban Valenzuela Van Treek, quien por estos días vive una verdadera vorágine producto de las múltiples actividades de su campaña a Gobernador Regional de O’Higgins. Las restricciones sanitarias a causa de la pandemia del coronavirus, lo han obligado a dedicar gran parte del día a reuniones virtuales, con su equipo, con dirigentes, con vecinos y autoridades. También se da el tiempo para participar en programas streaming de entrevistas en los diversos medios de comunicación para analizar la coyuntura social y política a nivel regional como nacional.

El Dr. en Historia, ex alcalde y diputado por Rancagua pone una pausa en su agenda y nos comparte sus visiones y propuestas para avanzar, en sus palabras, hacia “una región fraterna, con identidad y orgullosa de sí misma”.


¿Cuál es su sueño de Región?

“Mi sueño, primero, en atributos: una región que asegura la dignidad de todas las personas, con una sociedad articulada en una fuerte red de organizaciones y una seguridad social que cuida a todas y todos; con ecosistemas de innovación (universidad-empresas-centros tecnológicos) que permitan una economía diversificada sustentada en emprendedores, cooperativas y atracción de empresas de clase mundial, que crea nuevas oportunidades para nuestros jóvenes. Una región con un arraigado cuidado ambiental y movilidad integral para evitar contaminación, que apuesta a mega parques de conservación y costaneras verdes en ríos y mar para el disfrute de las personas”.

 

“Una región que asegura luz, agua potable, internet de calidad; salud y vivienda digna; formación técnica y campus universitarios en a lo menos las cinco grandes ciudades (Santa Cruz, San Vicente, Rengo, San Fernando-Chimbarongo y Rancagua-Machalí); con museos y mercados de campesinos; que valora la cultura, la gastronomía local, las comarcas rurales como fuente del arte, el alma, la poesía, la música y la vida con sentido y fraternidad en un territorio equilibrado que se cuida y se ama”.

¿Algún referente en mente?

“Tengo referentes, una mezcla de la Toscana italiana, el País Vasco español, Santa Fe en Argentina y la zona del Pacífico de Costa Rica. En definitiva, una región fraterna, con identidad y orgullosa de sí misma”.


¿Cuáles fueron los logros más importantes que alcanzó como alcalde de Rancagua y experto en desarrollo?

“Haber sido el primer alcalde post dictadura a los 28 años, sin duda que fue un gran desafío, pero la ciudad contó con un equipo municipal de primera. Bajamos de un 33 a un 5% los déficits de alcantarillado, pavimentación (aquí inventamos los “pavimentos participativos” que hoy son política nacional). Duplicamos las áreas verdes, remodelamos la zona centro de Rancagua, abriendo calles, permitiendo una mayor conectividad con un sistema autorregulado de transporte en acuerdo con los actores locales, entregamos concesiones limpias y consensuadas en el tema de la basura lo que nos permitió crear el vertedero la Yesca para 19 comunas de la provincia, con todas las regulaciones sanitarias y que permitió solucionar el problema por 50 años”.

“Fuimos noticia mundial al denunciar a las mafias de la basura, enviando a la cárcel a quienes creyeron que podían comprar la confianza que los rancagüinos habían depositado en nosotros. Nos opusimos al paso de los camiones con ácido de El Teniente por Rancagua y obligamos a construir la carretera Cachapoal Sur o la Ruta del Ácido como se le conoce, conectada con trenes para el embarque a San Antonio, algo similar a lo que debemos hacer con la fruta; un antepuerto y evitar el desastre social y ambiental que crean los camiones en la Carretera de la Fruta o en la ruta Rancagua-Coltauco”.

“Después de esos cuatro intensos años de trabajo en el municipio, e imagino que por los resultados mostrados, la Fundación Fulbright me ofreció una beca para estudiar en Wisconsin, Estados Unidos un master en desarrollo territorial. De regreso en la región, en 1998, creamos Pro O´Higgins y la organización de capacitación anexa que ha permitido capacitar a miles de personas, sobre todo mujeres, crear los materiales educativos de historia regional, la escuela de orfebres y fomentar la educación ambiental”.


¿Cuáles fueron sus principales acciones como parlamentario, creador de la Bancada Regionalista y luego como presidente de la Comisión para la Descentralización?

En mi período parlamentario encabecé cinco procesos de significativo aporte a nuestra Región: 1.- Con Jaime Mulet impulsamos el royalty minero que culminó en la creación de los Fondos de Innovación para la Competitividad, FIC . 2.- Con Alejandra Sepúlveda, los disidentes de la Concertación obligamos a compensar a regiones por el subsidio al Transantiago, lo que ha sido clave para contener el precio de los pasajes y favorecer a zonas rurales aisladas. 3.- Como presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso saqué adelante la Ley de Casinos Regionales, asegurando tanto recursos a las comunas como a toda la región, los que debían invertirse en turismo. 4.- El 2009 presenté el proyecto de universidad pública para O’ Higgins y Aysén, las únicas dos regiones que no tenían planteles estatales de Educación Superior, y el 2013 logramos el compromiso de la presidenta Bachelet de impulsarlas junto a los CFTs para todas las provincias. 5.- Al presidir la Comisión para la Descentralización 2014 logramos: la incorporación de nuevas divisiones en la estructura de los Gobiernos Regionales, la elección democrática de los gobernadores y una propuesta consensuada de ley de rentas regionales, que debemos empujar ahora”.

¿Qué temas no pudo concretar? ¿qué considera quedó pendiente?

“La ley de rentas regionales, el parque bosque en el Río Cachapoal de 10 kms a ambos lados, un sistema integrado de reciclaje, la Universidad Popular y la red de centros de apoyo a los jóvenes para ganarle la batalla a los narcos y la delincuencia. Haber sido más activo en detener el saqueo de la línea férrea a Pichilemu”.


Usted es escritor …  ¿Cuál sería el argumento y época para una película ambientada en la Región de O’Higgins?

“La épica, lírica y tragedia de la vida en Sewell, desde la articulación de la mega inversión en el noreste de USA, las yuntas de bueyes desde Graneros hasta el enganche de campesinos. La construcción de la ciudad de las escaleras bellas y trágicas, la brutalidad de los 360 muertos de la Catástrofe del Humo, las huelgas sindicales, los amores del campamento, los huachucheros del aguardiente hacia la mina, la prostitución y la belleza, la segregación y las mezclas con gringos y otros extranjeros, la nacionalización del cobre, la contaminación y el plan Valle”.

“Todo desde la vida de un campesino de Angostura de San Fernando, enganchado en 1920 que llegó a ser dirigente sindical y perseguido en 1950 por ser comunista, y también desde la de sus hijos y nietas y nietos que siguen la lucha. Es Manuel Jesús Valenzuela, el Cristo Rojo, mi abuelo, e Isolina Carreño, la costina matriarca católica y romana, mi abuela, que tuvo que persuadir al Padre Carmelo de la Iglesia del Carmen de bendecir el féretro de Manuel, a pesar que los “compas” pusieron la bandera roja con la hoz y el martillo. Dos tradiciones, la social cristiana y la socialista, que explican mi vida”.

 


Sobre su valoración de la Región de O’Higgins:

Comida favorita: La ensalada de cochayuyo de la Boca de Rapel con lenguado a la plancha y en pleno verano las humitas de nuestro casero del Cajón Machalí y sus tortillas al rescoldo con chancho en piedra y un buen trozo de cordero (del Secano) asado.

Bebida favorita: Jugo de papaya de Cahuil, chacolí de la viña El Boldal de mis parientes Carrasco de Doñihue, en invierno, café con unas gotas de agua ardiente y los vinos del Valle de Apalta entre Santa Cruz y Nancagua.

Fiesta típica o costumbrista favorita: Las domaduras de Toquihua y las ramadas del Cerro San Juan de Machalí pal 18 son imperdibles, pero también como creyente la festividad de Santa Rosa de Pelequén y San Judas Tadeo en Malloa.

Rincón donde lleva a un amigo o familiar que viene de visita a la región: Hay un triángulo perfecto: las Termas del Flaco en San Fernando y visitar las huellas de dinosaurio; el Barrio Gastronómico de Rancagua para hacer un alto gourmet y conversación, que tiene una ruta imperdible en esa esquina mágica de Estado donde está el Viejo Rancagua del Tato Drago y su museo vivo, el Comedor Popular del Maleta Méndez con innovaciones y tradición, y el Abasto de Consuelo Poblete que trae las hortalizas y el cordero del Secano; y en la costa, una visita al estero Nilahue con sus salinas y cientos de cisnes desde Cahuil en Pichilemu.

Restaurant favorito: Hemos sido de clásicos viernes con conejo escabechado o plateada en el Juan y Medio; pescado frito y camaradería en Clan 74 de rayueleros de la población Recreo en Rancagua; el Ferroviario de San Vicente de Tagua Tagua con su patio fraterno, el pastel de jaibas de la María en la eterna Hostería Paldoa de Pichilemu.

Hotel favorito: El Dunamar de Anne y Carlos Von Unger en Pichilemu, ellos iniciaron el turismo moderno en nuestra costa un siglo después de Agustín Ross; la hostería de Amanda Droguett en el patrimonial pueblo de Zúñiga con cabalgata a los humedales del Cachapoal; las Termas de Cauquenes por los baños y cuando nos invitan al Guy, nuestro chef francés; y somos “viudos” con mi esposa de las cabañas y la comida del Club de Campo Coya que habrán de ser reabiertas en el nuevo empuje al turismo.

Atractivo turístico favorito: Punta de Lobos tiene un imán enigmático y fuerte que luego se templa con un baño en el agua quitada de hielo de la laguna de Cahuil; la belleza de la ruta entre San Vicente por Larmahue y Pichidegua, viendo las azudas y los molinos para levantar agua, hasta la belleza de la arboleda de Almahue que nos conecta con el Huique, y luego Peralillo que ha mejorado en su apuesta verde, cultural y patrimonial, ojalá probando los blancos de Viña Los Vascos.

Rincón más entrañable de la región para visitar con la familia: Puertecillo que comparten Litueche y Navidad, la caminata con mi Padre desde Pichilemu hasta Panilonco y Tanumé por acantilados, chorrillos y lagunas misteriosas.

Artesanía típica regional que tiene en su casa: Mi casa esta colonizada por la cestería de Chimbarongo: la cuna de la nieta, asientos, lámparas, cajoneras, estrellas navideñas, son mis ídolos artesanales. Y la cerámica de Pañul, que recibe los frutos de nuestra tierra en la comida diaria.

Personaje histórico: María Eulalia Pichicobque, la cacica de Malloa que defendió el agua para los pueblos de indios y estuvo presa en Santiago hasta que la rebelión la hizo liberarla en 1770.

Hecho histórico favorito: El patriota Cuevas que desde Coltauco ayudó con sus caballos veloces a Manuel Rodríguez en la toma de San Fernando, a inicios de febrero de 1817. Un gran puntal de la emancipación que distrajo a los realistas, mientras el Ejército Libertador entraba por el norte de Santiago.

Escritor favorito: Nuestro Oscar Castro, que ha llevado la vida rural-urbana de la región y la belleza de montañas, jardines y el alba a niveles universales de lirismo y costumbrismo cosmopolita, combinado con certera crítica social.

Emprendedor favorito: La historia debe valorar a Agustín Ross y el enclave turístico en Pichilemu, a Gonzalo Vial y la industria de carnes blancas diversificada, y a Rodrigo Peón Veiga que está levantando la primera fábrica de buses eléctricos en Rancagua este 2021.

Conjunto artístico favorito: Lo que ha hecho Miguel Gutiérrez con el Grupo Graneros y Los Grillitos tiene un enorme valor, como el Grupo Nieves en Rock en 1970 y Carolina Soto como cantante maravillosa en el presente.


 


 

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