El candidato presidencial de Evópoli habló con Poder y Liderazgo de sus adversarios, de la gestión de la actual administración y de su programa de gobierno, donde destacan reformas al Estado, al tributo y a la educación
“No se trata de un candidato o una campaña, esto se trata de la construcción de un proyecto colectivo”. Así de claro es Felipe Kast Sommerhoff, el abanderado de Evópoli que el próximo 2 de julio medirá fuerzas con Sebastián Piñera y Manuel José Ossandón, para ser el Candidato presidencial de Chile Vamos.
Joven, carismático, sencillo, agradecido de lo que le ha dado la vida y un luchador incansable que distribuye el tiempo entre la campaña y su familia. Estas son algunas de las características que afloran en una conversación franca y abierta que sostuvo en exclusiva con Poder y Liderazgo, en el marco de una serie de entrevistas con candidatos presidenciales. “Trato de disfrutar con mi familia lo más que puedo. Yo tuve una infancia feliz a pesar de la temprana muerte de mi padre por cáncer, cuando yo tenía 6 años, pero mi madre luchó incansablemente y me hizo ser un agradecido de la vida”.
“A veces hago las actividades de campaña de fin de semana con mis hijos, y trato de salir a comer o a bailar con mi señora. La política me quita demasiado tiempo. Más allá de que la pasión por servir me motiva, hay sacrificios asociados que mi familia está dispuesta a hacer porque sabe que tengo un objetivo mayor por mi país y su gente”.
Para este joven candidato, de sólo 40 años, las ideas y metas están claras y recorre el país dándolas a conocer, “pues soñamos con una sociedad justa y genuinamente libre, donde todos, independiente de su condición de origen, puedan desplegar sus capacidades”.
Economista, académico, investigador, consultor, diputado por Santiago y hoy candidato presidencial, dicen que vino a rejuvenecer a la derecha. “Me da risa ese comentario. Evópoli es un Partido fresco, con liderazgos más jóvenes pero también más viejo. Más que rejuvenecer, siempre hemos dicho que venimos a oxigenar, a cambiar el aire. Nuestro proyecto no tiene que ver con el número de rut”.
Antes de irnos de lleno a su programa de gobierno, hablemos de las primarias. ¿Qué pasa si pierde?, ¿apoyará a quien resulte el abanderado de Chile Vamos?
“Absolutamente. Creemos que las primarias son un ejercicio de dar cara al país para mostrar las diferencias que existen hoy en la derecha. Nosotros somos un proyecto de derecha liberal, un proyecto ideológico y con mirada de largo plazo. Fuimos los primeros en plantear las primarias en el sector, desde noviembre que el Consejo General de mi Partido me proclamó como abanderado para la primaria, y siempre hemos dicho que respectaremos el resultado”.
De resultar electo en las primarias, ¿trataría de conquistar el voto independiente?
“Más que conquistar bolsones de votos, para nosotros es prioritario platear ideas concretas a la ciudadanía. La adhesión a esas ideas es la clave del respaldo de nuestra candidatura. No estamos en la situación de hacer guiños para tener ventajas pasajeras electorales”.
¿Qué opinión le merecen los otros candidatos y el actual Gobierno?
“A Guillier creo que le falta convicción. Se sintió una niña bonita durante el verano pero se le acabará pronto, nadie puede tener una postura tan ambigua como “soy político a-político”. Beatriz Sánchez será un aporte a la discusión ideológica, más allá de que no concordemos en muchas cosas, salvo en la necesidad de renovar. Marco perdió su oportunidad, se está desgastando, pero ha hecho una gran labor encabezando el PRO, que junto con Evópoli, fue de los primeros partidos en lograr la reinscripción”.
Y de la derecha…
“Sebastián Piñera hizo un buen gobierno, pero sigue pensando que el adversario es la Nueva Mayoría y no ha visto que Chile cambió, y hoy los adversarios son otros. Ossandón me parece una persona desesperada y cegada por el poder, cuya trayectoria política es notable, pero que se ha transformado en un ventilador de desprecio contra todo su sector”.
“Y del actual gobierno, pero en especial de Michelle Bachelet, por un lado, me da lástima el proceso persona por el que debe estar pasando. Debe ser duro para ella. Pero es bueno que el proyecto de la retroexcavadora que ella encabeza se haya entrampado justamente por fallas internas”.
Partiendo desde la premisa que todo Gobierno tiene aciertos y errores ¿Qué es lo que mantendría de este gobierno y lo que definitivamente no sería parte de su administración?
“Creo que lo que ha hecho el gobierno en materia de energía es notable. La licitación fue la más barata en mucho tiempo, con oferentes de ERNC y diversificación. El ministro Pacheco desarrolló un trabajo muy serio y aplaudible”.
“Definitivamente me alejaría del tono beligerante y de la idea que hay buenos y malos. La ciudadanía chilena no quiere seguir viendo una pelea chica de politiquería, si vamos a discutir que sea por ideas, no por cupos, y la Nueva Mayoría ha dejado las ideas a un costado y priorizado cuidar las pegas que tienen en el gobierno”.
¿Y del Gobierno de Sebastián Piñera?
“El nivel de profesionalismo y compromiso de varios chilenos que pasaron del sector privado y del mundo de las ONG´s al servicio público. Además, creo fundamental tener el ímpetu económico que logró el presidente Piñera”.
De izquierda, de centro o de derecha, ¿Chile necesita de los políticos?
“Hoy la política en Chile vive un momento complejo. Desprestigiada por sus propias fallas, los chilenos desconfían de ella y lo expresan a través de una participación electoral que ha caído a niveles preocupantemente bajos. Pero seamos claros: sin política, sin buena política, no hay posibilidad de tener una democracia que permita construir un país mejor y hacerse cargo de los tremendos desafíos que existen en materias sociales, económicas y, por supuesto, también políticas”.
Propuestas de Gobierno: Reformas al Estado, al tributo y a la educación
“Nuestra campaña tiene tres ejes. El primero es una gran reforma al Estado, que implica terminar con los operadores políticos y los apernados, construyendo un estado meritocrático y al servicio de las personas, donde estén los mejores. Hoy el Estado Chileno es mediocre y torpe. Los servicios públicos son en general pésimos, y de eso vamos a hacernos cargo. Esto implica también dar poder a las regiones y autoridades regionales electas para desarrollar programas locales”.
“La segunda reforma es volver a crecer, para lo que simplificaremos al máximo la reforma tributaria de la Nueva Mayoría, bajar el IVA y dejar un impuesto plano. Mientras más ganas, más pagas, con un tope de 27%, independiente de como se generó la renta”.
“La tercera reforma es poner a los niños primero en la fila y para eso vamos a construir un sistema de acceso universal a la sala cuna y educación preescolar, no sólo fierro y cemento, sino que programas de desarrollo para educadoras y asistentes de párvulo, con enfoque en la activación y motivación temprana. Sabemos que es ahí cuando explotan los talentos y se generan las desigualdades de adultos. Vamos a empezar el edificio desde los cimientos, y no desde el quinto piso como lo hizo este gobierno con ayuda del Frente Amplio”.
“Nuestra reforma es cara, y por eso vamos a cambiar la gratuidad que existe hoy; para reemplazarla por un mecanismo con el que nadie quedará fuera de la educación superior por falta de recursos y al egresar deberá devolver la mano si es que le va bien”.
“Estas propuestas de gobierno, más allá de su especificidad, se inscriben en ejes orientadores que buscan contribuir a pensar en un proyecto político de largo plazo, que supera los ejes divisorios de hace treinta años y mira hacia el futuro, construyendo sobre los pasos que como sociedad hemos dado, para una derecha moderna. Una que, fundada en los principios de la libertad, el mérito y la diversidad, se compromete con fuerza con un sentido de justicia que se ocupa de los más desfavorecidos y busca emparejar la cancha de las oportunidades”.
¿Y qué pasa con la descentralización… estará presente en su gobierno?
“De todas maneras. Pero no es la descentralización de biblioteca que propone este gobierno, de crear más y más regiones y aumentar la burocracia. Nosotros queremos simplificar la división regional, volver a tener macroregiones grandes y provincias con autoridades electas a nivel provincial que tengan recursos y autonomía financiera. Bajo el modelo actual es imposible compatibilizar representatividad y autonomía regional con gobernabilidad, porque no quieren perder poder”.
Muchos dicen que sólo habrá pincelazos de reformas en materia de AFPs, porque ningún gobierno se atreverá a introducir cambios profundos como por ejemplo, más impuestos para el PIB pensiones o que los chilenos jubilen a mayor edad. ¿Hasta dónde plantea llegar usted?
“Nosotros hemos sido claros en señalar que la situación de las pensiones hoy es crítica. Para ello hemos propuesto destinar el doble de recursos al pilar solidario, aumentar la competencia entre las AFP para que la gente pague menos comisión y suba su sueldo líquido y su pensión; aumentar gradualmente la edad de jubilación de las mujeres para terminar esa discriminación absurda. Pero más allá de lo que se pueda hacer con el sistema de AFP, es clave entender dos temas. Lo primero es que las pensiones en Chile son bajas porque ahorramos poco, y eso es porque hay muchas lagunas, subcotización y sueldos bajos. La clave está en apuntar a dinamizar el mercado laboral, aumentar la cotización, promover la formalidad; y para todo eso requerimos crear empleo”.
“Estamos convencidos que el mejor mecanismo para que los chilenos tengamos altas pensiones es el ahorro individual, no el sistema de reparto. En todo el mundo se ha demostrado que entrega más plata a los viejitos. Podremos ser los primeros en criticar lo mal que está funcionando hoy el sistema, pero porque entendemos lo bien que puede funcionar con reglas claras”.
¿Qué mensaje entregaría a los empresarios chilenos con miras a recuperar el crecimiento del país?
“Que vuelvan a confiar. Tanto la política como la economía necesitan volver a confiar. Y para ello es necesario tener certezas, tanto en temas tributarios como laborales y de certeza jurídica. Este gobierno está muy al debe en esos tres ámbitos y nosotros queremos dar vuelta esa situación”.
Ideas más ideas menos, reformas a las reformas, llamados a volver a creer y un proyecto político de largo plazo son parte de lo que plantea Kast y habrá que esperar hasta el 2 de julio para saber si llega a buen puerto.
