Florencia Dupont: “Creemos que la VI Región se ha transformado en un nuevo polo cinematográfico en Chile”

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Una película independiente que sigue los pasos del neorrealismo italiano, filmada sin actores, en escenarios reales, con luz natural y un poco de improvisación; así es la nueva propuesta cinematográfica chilena que está dando que hablar. Pero no es una película más, es una producción realizada en Rancagua, en la Región de O’Higgins, por jóvenes que se atrevieron a lanzar un producto desde regiones, llevando su propuesta a grandes festivales, luciéndose con una película llena de misterio que mezcla el documental con la ficción


Se trata de “Un fuego lejano”,  de Tos Seca, una productora audiovisual fundada en el 2015 por realizadores y amigos, que nació con el fin de aunar una visión particular en la elaboración de piezas audiovisuales, otorgándole un sentido propio a cada una de ellas. Sobre este trabajo y el apoyo financiero conversó en exclusiva Poder y Liderazgo con la productora ejecutiva Florencia Dupont y el director de la obra, Diego Soto.

La película participó en el WIP del 6º Festival de Cine La Orquídea Cuenca en Ecuador en el 2017, y en el  8° Festival de la Cineteca Nacional en Chile en el 2018. También participó en  SANFIC NET de Sanfic Industria, 2018.


Como emprendimiento artístico, ¿han encontrado ayuda en el sector público y/o privado de la zona?

“Hemos postulado la película a Fondos Públicos Nacionales, pero sin conseguir buenos resultados. El sector es altamente competitivo y el financiamiento no alcanza para todos. Como esta fue una pelicula pequeña, sin trayectoria previa del proyecto, ópera prima, más difícil todavía”.

“El año pasado empezamos a diseñar junto con otras productoras que trabajan en la región, un proyecto de distribución conjunta que llamamos “La Secta”. Fuimos seleccionados por el Ministerio de Cultura para ir al mercado de Toronto con ésta y otras películas. También estuvimos presentes en Ventana Sur. Asimismo, presentamos avances de estas películas en el FECIRA, generando alianzas con otros agentes culturales del sector”.

“Este año, nuestra meta es empezar a trabajar en colaboración con el Gobierno regional, y ya tenemos agendada una reunión con la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la Región de O’Higgins”.

“El sector privado es algo que tambien está en nuestra agenda 2019. Ya hemos inscrito uno de estos proyectos a la Ley de Donaciones Culturales, y está actualmente en proceso de acreditación”.

“En Diciembre pasado recibimos la gran noticia de haber sido seleccionados en el WIP LATAM del MAFIZ, la zona de industria del Festival de Málaga. Competimos con otras tres películas latinoamericanas, siendo Un fuego Lejano la única chilena en el certamen. Es una gran oportunidad para conseguir importantes premios de post producción y distribución, muy necesarios ahora que estamos llegando a la recta final, porque ya pasaron dos años desde que grabamos la película y lo que hemos podido ahorrar en este tiempo, lo hemos invertido en la post producción”.


La campaña de Crowfounding

Pero no todo ha sido maravilloso para estos jóvenes creadores, ya que han visto muchas puertas cerrarse, “pero también como otras se abren”. Lo cual es muy cierto, ya que han vivido a fondo el tema de la falta de apoyo que muchas veces se da para creaciones nacidas en regiones con bajo presupuesto. “Si no viaja un representante nuestro al WIP LATAM del MAFIZ, quedaremos fuera de competencia, y perderemos esta oportunidad única de acceder a reuniones tanto con posibles socios como importantes distribuidores y agentes de venta”. Pero para ello se requieren recursos. “Luego de recibir la negativa de recursos de parte del Ministerio de la Cultura y la Dirección de Asuntos Culturales (DIRAC), pues no apoyan a proyectos en estas instancias, decidimos buscar ayuda en las personas que creemos pueden apostar al futuro de este proyecto”.

Así nació la idea de una campaña de crowfounding para recibir donaciones. “El objetivo principal es asistir al Festival de Málaga y competir en el WIP. Pero además, esta es una campaña donde todo suma, por ende el dinero recaudado también será invertido en realizar copias de exhibición en DCP, cubrir otros gastos de distribución como envío a Festivales o difusión para la película. Lo que más nos importa es que la película se vea, y la distribución es clave para que eso suceda”.

“Había una necesidad muy grande de rodar y probar cosas. Por eso no tiene una trayectoria previa como lo tienen otras producciones que hacen el camino más largo que asegura la búsqueda de financiamiento”.


A tu juicio ¿por qué es tan complejo encontrar apoyo para realizar proyectos audiovisuales?

“Es complejo encontrar apoyo para proyectos audiovisuales porque es una inversión a largo plazo, y no siempre se  logra recuperar  la inversión. También porque es una de las disciplinas artísticas más caras, implica el trabajo de mucha gente, muchos servicios asociados, es una industria en sí misma y en Chile aun no se desarrolla como tal. Esto recién está empezando, y eso es muy bueno. Pero todavía falta una visión global del asunto, de ver toda la cadena desde el inicio, los nuevos medios de exhibición en internet, otros circuitos como la Red de Salas, etc.”.

“Por otro lado, los fondos públicos cada vez son menos, y más lo que postulan. Es un sector muy competitivo, que además se maneja por tendencias o modas. Salirse de ahí y probar algo distinto es muy arriesgado, pero ahí está presente el defender la mirada de autor. Arriesgarse también cuesta caro”.


Florencia, hablando de producción, ¿qué aspectos distinguen a Tos Seca?

“Privilegiamos la mirada de autor y la experimentación del lenguaje, probar nuevas combinaciones, temáticas y estrategias en la producción. Además, todas las producciones se han planteado de forma colaborativa y autogestionada. Son películas totalmente independientes”.


¿Por qué eligen trabajar en regiones?

“Desde la mirada de producción, nos interesa hacer cine en la Región de O’Higgins porque es un terreno que ha sido prácticamente inexplorado, y porque la zona en sí misma tiene ciertas características que pasan a la puesta en escena: toques de humor y absurdo, la forma de decir las cosas que aparece en los relatos, las historias extraordinarias o fantásticas que salen por doquier. Además la variedad de paisajes y locaciones, está la ciudad de Rancagua pero también el campo, el mar y el cerro”.


Diego, pasando a “Un fuego Lejano”, ¿cómo surge la idea de esta producción?

“Un grupo de personas que captaron mi atención desde niño eran mi tía Natacha y mi tío Germán, que siempre llegaban a las reuniones familiares con historias descabelladas y contadas con mucha gracia, además de sus cinco hijos, propensos a meterse en problemas en cualquier situación que los rodeara. Pasaron por muchos negocios y emprendimientos, intentaron poner un almacén, casi cayeron en la estafa de los quesitos, tuvieron una sala de ensayo para músicos y por último, hasta la fecha, administran un estacionamiento en pleno centro de Rancagua. Mi tío decidió a sus más de cincuenta años ponerse a estudiar derecho, luego de haberse dedicado al karate y haber tenido una obsesión con las motos. Mi tía en constantes actos de caridad ha alojado en su casa a desconocidos, familiares lejanos e inmigrantes. Mis primos desde bien chicos tuvieron un nivel de independencia que a mí como niño me aterraba, y que produjo una tremenda cantidad de aventuras y accidentes”.

“Cuando decidí hacer una película en la que el núcleo fueran personas de carne y hueso, que pudieran inyectar esa vida que echaba de menos en el cine, acudí a ellos”.

“Haber reconstruido con medios dramáticos alguna anécdota concreta habría conspirado contra mis ganas de hacer un cine vital, por lo que sabía que la manera de proceder tenía que incluir algún grado de improvisación”.

“A partir de una historia que ellos mismos me contaron (una mujer va a dejar un auto al estacionamiento y no vuelve a buscarlo hasta un par de días después) escribí un argumento con la mayor cantidad de vacíos y lagunas que una película narrativa pudiera aguantar. Vacíos que debían llenarse con aquello que encontráramos durante el rodaje. Así organizamos un rodaje en dos mitades, una en que fuéramos poniendo los cimientos ficcionales de la narración y otra en que documentáramos el trabajo en el estacionamiento y los vagabundeos”.

“Las exploraciones temáticas de la película también surgieron de decisiones de producción. Elegimos filmar en la víspera de navidad, aprovechando los adornos y actividades municipales que invadían el centro de la ciudad. Esta fue quizás la decisión discursiva más consciente: habíamos aprendido de las películas de Hollywood que el mejor contexto para hablar de la familia era la navidad, una mezcla de ritos de celebración de los seres queridos y sensación de nostalgia por navidades anteriores. La época ideal para que, como en nuestra película, una familia se desintegre. A diferencia de las películas hollywoodenses, en Chile, más específicamente en Rancagua, donde fue filmada esta película, la víspera de navidad está acompañada de temperaturas sobre los treinta grados. Acá las familias, en vez de encerrarse a hornear un pavo, salen a repletar las calles en la búsqueda de regalos. Todas estas eran imágenes muy interesantes que no necesitábamos construir ni preparar, solo documentar y articular de manera que cobraran un sentido más trascendental”.


Florencia: ¿Es factible crear en la región de O´Higgins una corriente de cineastas que sea reconocida en el país y el extranjero?

“El 2018 las productoras Santiago Independiente, Tos Seca, Girasol Cinema y Nítida creamos un proyecto de distribución que denominamos “La Secta”. Las películas allí reunidas son: Un fuego lejano de Diego Soto (Rancagua), Cada uno tiene su cada uno de Alexis Donoso (Rancagua y Corcolén) y Sin dejar hablar de Pamela Álvarez (Sewell)”.

“Creemos que la VI Región se ha transformado en un nuevo polo cinematográfico en el interior de Chile. Actualmente cuenta con el diplomado de Realización Cinematográfica con mención en ficción y documental de la Universidad de O’Higgins, al mando de Miguel Littin y el Festival Internacional de Cine de Rancagua (FECIRA), ambos recién creados el 2017. Además de los ya conocidos Festivales de Rengo, Pichilemu y Colchagua. En este contexto, creemos que podemos generar una muestra cinematográfica de impacto en la región, de interés nacional e internacional, ya que además de estas películas, son varios los cortos y largos que se están rodando en la zona.  Por otro lado, la curatoría que une a estas obras nos lleva a pensar en una coherencia estética que resultará de interés para agentes culturales y distribuidores en búsqueda de nuevas corrientes estéticas”.

“Por lo mismo alentamos a otros realizadores de la zona a seguir creando. El año pasado conocimos a una nueva directora que estuvo compitiendo en el Festival de Cine de La Habana. Eso es otro buen indicio de que algo está empezando”.

“Esperamos este año realizar una muestra en conjunto en la ciudad de Rancagua y reunir a varios o todos los realizadores de la región. Es importante para que este movimiento crezca, conocerse y trabajar en conjunto, ver cómo podemos ayudarnos entre todos”.


“Un fuego Lejano” son 62 minutos donde una familia en un contexto lleno de situaciones extraordinarias, protagoniza una historia única, pero definitivamente lo más singular de esta película son sus creadores, que han derribado mitos de que en regiones no se puede… pues ellos llevarán a O’Higgins a las grandes esferas del séptimo arte .


 

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