Expositores valoraron como positivas las conclusiones del evento que reunió en la capital regional a más de 400 invitados, provenientes de 17 países
Como un hito histórico definieron diversos actores la exitosa realización en Antofagasta del Primer Encuentro de Regiones Mineras de la OCDE, cita que durante dos días reunió en la capital regional a más de 400 invitados, provenientes de 17 países, para compartir experiencias y debatir en torno a la productividad de la industria y las buenas prácticas a implementar en su relación con las comunidades.
“Al preparar este evento apostamos por ganar y ganamos, lo que es bueno para todos, para las personas, la minería y el entorno. Hemos hecho historia y demostrado que somos capaces de caminar entre gigantes”, enfatizó el intendente Arturo Molina en el cierre de la actividad.
La autoridad dijo que el resultado del encuentro también reforzó la creencia de que la minería necesita a la comunidad, así como la comunidad necesita a la minería. “Tras las exposiciones estamos claros en cuanto a que la minería son las personas; a que deben existir liderazgos claros que respeten los diálogos y las guías; a que puede existir una infraestructura común en áreas como la desalación y las energías renovables no convencionales; y en torno a la necesidad de una participación verdadera que incluya a todos los actores”, manifestó Molina.
En cuanto a las conclusiones del encuentro, Cristian Rodríguez, director del Instituto de Políticas Públicas (IPP) de la Universidad Católica del Norte (UCN), indicó que la gobernanza debe ser el resultado de una voluntad expresa; así como valoró el Programa de Proveedores de Clase Mundial -lanzado en 2008-, que hoy afronta una nueva etapa que pasa de la escala global a la escala local, creando valor compartido.
“Mayor equidad y más inversión pública para el desarrollo de la competitividad implica superar el enfoque de las compensaciones en un proceso donde no faltarán las tensiones”, resaltó.
Sin embargo, complementó que la gobernanza no se reduce solo a la buena voluntad, sino que implica el desarrollo de una serie de herramientas, como indicadores, políticas e instrumentos. Finalmente, Rodríguez remarcó la necesidad de incorporar y desencadenar las potencialidades y oportunidades. “Ojalá a través de una plataforma de intercambio permanente para aprovechar mejor el potencial que dan los recursos naturales”.
OCDE
José Enrique Garcilazo, jefe de la Unidad de Desarrollo Regional dentro de la División de Políticas de Desarrollo Regional de la OCDE, resaltó el encuentro efectuado en Antofagasta como una instancia muy fuerte para aprender unos de otros. “He escuchado estos días complejidades de distintas regiones, pero que sin embargo tienen cosas que las conectan, lo que nos lleva a intentar poner una agenda común para investigar, para el desarrollo de una política global de regiones mineras con una mirada económica, social y de medio ambiente al centro. La OCDE funciona por comités y queremos llevar esta discusión a nuestro comité en cuanto al desarrollo de un grupo temático sobre las regiones mineras”, manifestó.
A su vez, María Olivia Recart, vicepresidenta de Asuntos Corporativos para las Américas de BHP, destacó la oportunidad de contrastar distintas visiones. “Hemos tenido el honor de escuchar disensos y un punto de partida es decir lo que se siente en público. Personalmente, me llevo la tarea de verificar aspectos como si cumplimos con preguntarle al vecino; si propiciamos un lenguaje común, la inclusión y la diversidad; y de verificar que los estándares que aplicamos en todas nuestras operaciones son los mismos”.
Por su parte, Lucas Martinich, director de la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA), manifestó su deseo por la realización de una nueva reunión de este tipo. “Marcó un hito y debe continuar, así como las conclusiones deben ser puestas en práctica lo antes posible”, expresó.
Agregó que el evento ha servido para tener una visión común, para ver los errores y a aprender de ellos. Las asociaciones gremiales como la AIA, añadió, tienen que jugar un rol activo en la sinergia que debe tener este proceso. “Este encuentro valida la ‘clusterización’, se ha aprendido además que tener un contacto permanente con las comunidades solo puede generar algo positivo”, indicó.
Desde el ámbito de la sociedad civil, la geógrafa María Eliana Arntz indicó que ese sector tiene el rol de propiciar la responsabilidad de la minería para minimizar los impactos de su accionar. “El activismo es irrenunciable para la sociedad civil. Estamos en un momento único, porque están a la mano soluciones tecnológicas para que la minería tenga un bajo impacto”.
Otro rol, agregó, es el de generar puentes. “La sociedad civil debe apostar por el diálogo constructivo en la época de la posverdad, con transparencia, para analizar las transformaciones profundas de las comunidades y que estas no sean capturadas por liderazgos negativos”, sentenció.
Finalmente, José Enrique Garcilazo, informó que la OCDE trabajará en la elaboración de un documento oficial que recoja todo lo abordado en los distintos espacios de conversación generados en el marco de este encuentro de regiones mineras. “Aquí se ha dado el nacimiento de algo muy interesante”, apuntó.