Calmado, certero, un hombre que sabe escuchar, pero que cuando interviene se sabe hacer notar, pues quienes lo escuchan reconocen que capacidades y liderazgo le sobran. Así es Jaime Pinto Flores, un ingeniero agrícola que estuvo durante los últimos cuatro años al frente de la seremi de Agricultura de la Región de Antofagasta
Sobre la labor efectuada, lo que quedó en el tintero y los planes a futuro, conversó con Poder y Liderazgo destacando que “ser seremi fue una importante experiencia, que desde el primer día la tomé con responsabilidad, ganas, mucho trabajo y entendiendo que el mejor pago ha sido el cariño y reconocimiento de la gente del sector, con quienes siempre me he preocupado que reciban el mejor trato y valoración por el aporte a la región”.
A sólo semanas de culminar su gestión, ¿cuál es su evaluación?
“Tremendamente positiva y por cierto un orgullo de ser parte de un Gobierno transformador y que a través de sus políticas ha centrado los esfuerzos para avanzar en disminuir las brechas de desigualdad”.
“En lo local y sectorial, pasamos de ser un sector invisibilizado regionalmente, encasillado con una agricultura tradicional de subsistencia ligado a las comunidades de la pre cordillera, a ser conocidos como un sector dinámico, innovador, altamente atractivo en lo económico. Logramos priorizar una política local bajo el concepto de “autonomía alimentaria”. Hoy podemos decir que somos capaces de producir nuestros alimentos y no dependemos de lo que ocurra en la zona central”.
De los diversos proyectos impulsados, ¿cuál de ellos considera más relevantes para el desarrollo de la región y sus habitantes?
“El más reconocido es, sin lugar a dudas, el proyecto de producción hidropónica en la ciudad de Antofagasta, que si bien partió en su génesis al final del anterior Gobierno de la Presidenta Bachelet, con propiedad podemos afirmar y tal como lo sostienen los propios agricultores del sector, que “en los tres primeros meses de este Gobierno, avanzamos más que en cuatro años del Gobierno del Presidente Piñera” y aclaro que esto no lo digo yo, lo dicen las 150 familias que componen la Asociación de Agricultores Hidropónicos ASGRALPA”.
“Se han logrado importantes adelantos como son: dotar al sector con suministro de agua, resolución sanitaria, desarrollo de una cooperativa que hoy abastece supermercados, incorporación de conceptos de trazabilidad, inocuidad, y lo principal, posicionamiento en gran parte del mercado local durante todo el año”.
En términos personales, ¿cómo ha sido la experiencia de ejercer un cargo político?
“Para el desempeño de mis funciones, por cierto, he contado con el respaldo del PS, mi partido político, de todos sus dirigentes, pero también un muy buen puente han sido los parlamentarios de la zona y en especial del senador Alejandro Guillier”.
Háblenos de este apoyo parlamentario en la región
“Tengo la suerte de contar con el apoyo de los parlamentarios, en general de todos los sectores políticos. Me preocupé de plantear las dificultades y preocupaciones de nuestros agricultores con reuniones personales con cada parlamentario, siendo muy bien acogido. Los invitamos a participar en encuentros con las asociaciones sobre todo de Calama, donde apareció la preocupación por la defensa ambiental de los Oasis. El único que se restó de participar, incluso no logré conocer, fue el diputado Felipe Ward, a quien nunca vi en estos cuatro años de Gobierno”.
¿Existe autocrítica de lo realizado?, ¿Qué faltó por hacer, mejorar o no hacer?
“Por cierto que existe autocrítica, toda vez que hoy para desarrollar un emprendimiento en zonas rurales siguen existiendo dificultades producto de una deuda histórica y que no hemos podido contribuir para resolver. Me refiero a la dotación de servicios básicos, pues no es posible que hoy existan comunidades que no tengan energía eléctrica, agua potable, alcantarillado. Lo anterior no permite llegar con instrumentos de fomento para emprendimiento de turismo rural, agroindustria. Sí se contara con ello, se valorizaría mucho más los productos tradicionales de nuestras comunidades indígenas”.
“Una iniciativa que traduce lo anteriormente señalado es que en la región no se cuenta con un centro de faenamiento, pero hemos logrado recientemente conseguir los recursos y apoyos para poder dejar encaminado en el sector de Yalquincha, un centro de faenamiento que esperamos sea el motor para el desarrollo ganadero local y punto de partida para otros emprendimientos agroindustriales en localidades rurales”.
¿Cómo evalúa la relación existente entre el sector público y el empresarial?
“Generalmente uno le endosa la responsabilidad empresarial a las empresas relacionadas directamente a la minería, pero podemos señalar que hoy hemos contado con el apoyo importante de la corporación PROLOA, que agrupa a un grupo relevante de empresas que no necesariamente tienen que ver con este sector, Aguas Antofagasta, Komatsu, SQM, Lomas Bayas, Antofagasta Minerals”.
“En general existe una voluntad de trabajar con el sector cada vez que lo hemos pedido e incluso existen programas que llevan años interviniendo, lo importante es que hemos podido encausar un trabajo en conjunto, con iniciativas entre los agricultores, empresas privadas y el sector público”.
En materia de descentralización, ¿está conforme con los avances logrados durante el Gobierno de la presidenta Bachelet?
“Me hubiese gustado que se llevaran a cabo la elección de Gobernadores en los últimos comicios, eso aceleraría la posibilidad de elaborar y aprobar proyectos, presupuestos, contar con planes de ordenamiento territorial, definición de políticas regionales de fomento productivas, turísticas, desarrollo social y cultural”.
“Pero podemos señalar que como región piloto tenemos avances, entre ellos el Comité de Desarrollo Productivo Regional, el que nos ha permitido contar con recursos para el desarrollo de estudios de proyectos de riego CNR y como resultado de eso, contribuyó enormemente a pasar de 700 millones asignados entre el 2010 – 2014 a 3 mil 400 millones entre 2014 – 2018”.
“En tanto, en materia de fomento productivo hemos contado con recursos SERCOTEC, CORFO, que han generado un impacto importante en nuestro sector”.
En esta misma línea, ¿Qué papel debe jugar el sector privado para avanzar decididamente en materia de descentralización?
“En el proceso de descentralización, tanto los actores privados como organizaciones públicas, académicas y gremiales, tienen que hacer su aporte. Se debe llegar a coincidir en que la descentralización también es tributar en la zona, pagar los permisos de circulación y ser un agente activo en la planificación territorial, involucrándose firmemente en la defensa y protección de nuestro medio ambiente, nuestra gente y el respeto por las tradiciones y su cultura”.
¿Qué expectativas tiene del gobierno de Sebastián Piñera? ¿Algún consejo para su sucesor en la seremi de agricultura?
“Espero que le vaya bien, por nuestro país, pero que solo sea por cuatro años, ya que no lo veo avanzando en materias sociales”.
“En cuanto al próximo Seremi de Agricultura, le aconsejo que mantenga un trabajo cercano con nuestros agricultores, ya que parte de nuestro trabajo fue recomponer las confianzas, debido a que en el anterior Gobierno se prometieron muchas cosas y no se cumplieron, generando un descontento y desconfianzas en el Gobierno”.
¿Qué hará después del 11 de marzo?
“Quiero dedicarle tiempo a la familia, a mi señora e hijos, que son los que más se ven postergados por este tipo de cargos y en tanto, convertirme en un actor político defensor de lo realizado por el Gobierno de nuestra Presidenta Michelle Bachelet”.
Con el firme convencimiento que seguirá en la región de Antofagasta “impulsando iniciativas productivas, tanto agrícolas como ganaderas”, Jaime Pinto ya tiene preparadas las maletas para dejar en los próximos días la Secretaría Regional Ministerial de Agricultura, pero se lleva la satisfacción del trabajo bien realizado, del trabajo comprometido, donde siempre primó, como dicen los agricultores de su zona, el deseo de ser un aporte para el sector, que sin duda lo fue, ya que deja una gestión marcada por la cercanía, el compromiso y el profesionalismo.
