Por: Juan Ignacio Jamis. Subgerente Comercial en Grupo Avanza
En un entorno laboral donde cada minuto cuenta, las grandes empresas no sólo buscan soluciones, sino que las necesitan de forma inmediata y efectiva. En sectores tan exigentes como la minería, la energía y la tecnología, la capacidad de responder rápidamente a los desafíos operativos puede marcar la diferencia entre mantenerse competitivo o quedarse atrás.
Este factor es especialmente relevante en el rubro del outsourcing, donde se externalizan ciertos procesos o funciones a terceros especializados, con la idea de reducir costos y aumentar la eficiencia de la manera más óptima posible.
De hecho, según un estudio internacional realizado por Kantar en 2023, para el 64% de las empresas la agilidad es una prioridad, y para más de la mitad, sin importar su tamaño, es útil y necesaria.
En la misma línea, los resultados del “Global Outsourcing Survey 2024” muestran que un 30% de los ejecutivos entrevistados prevé un aumento de la eficiencia superior al 20% durante los próximos dos años, especialmente entre aquellas que trabajen con proveedores externos que incorporen tecnologías de Inteligencia Artificial dentro de sus servicios.
Esta realidad debería ser internalizada dentro de la oferta de las empresas de outsourcing, diseñando propuestas de valor en torno al concepto clave de rapidez con calidad. Hoy en día, los modelos de outsourcing no tienen que limitarse únicamente a proporcionar profesionales especializados, sino que enfocarse en hacerlo en tiempos que otros consideran imposibles.
Gracias a procesos robustos, herramientas tecnológicas avanzadas y un profundo conocimiento de las necesidades de cada cliente, es posible identificar y entregar talentos en tiempo récord. Este enfoque no solo beneficia a las empresas al acelerar la ejecución de proyectos, sino que también les permite optimizar recursos y mantener su foco en el core del negocio.
Un aspecto a tener siempre en cuenta es que la velocidad, por muy valorada que sea, nunca debe comprometer la calidad. Para que funcione, la agilidad debe combinarse con una rigurosa selección de los mejores talentos, asegurándose de que cada profesional que se incorpora a los equipos de trabajo directo con los clientes esté perfectamente alineado con sus desafíos y objetivos.
Hay que entender que el outsourcing es mucho más que una estrategia operativa, es una herramienta de transformación y una ventaja competitiva en mercados dinámicos y cambiantes que entrega ventajas concretas como la reducción en los tiempos de producción, disminución de costos y aumento de la eficiencia.
Así, los ejecutivos concentran su tiempo en tareas que aportan beneficios y valor a su negocio. Rapidez con calidad es el estándar al que todos debemos aspirar para que los aspectos positivos se sigan maximizando y las grandes empresas cuenten con un aliado ideal para avanzar más rápido, con más fuerza y con resultados sostenibles.
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