Por: José Miguel Ansoleaga. Director de estrategias en REPLICA
En el mundo empresarial actual, hablar de sostenibilidad dejó de ser un ideal para convertirse en una necesidad estratégica. Si bien durante mucho tiempo se pensó que la sostenibilidad era un privilegio exclusivo de las grandes empresas, los ejemplos de medianas y pequeñas compañías en Chile demuestran que integrar prácticas responsables no solo es posible, sino también rentable y diferenciador en un mercado cada vez más competitivo.
En Chile, múltiples empresas medianas están liderando esta transformación. Desde sectores como la hotelería y la movilidad, hasta la vitivinicultura, estas compañías han encontrado en la sostenibilidad no solo una forma de cuidar el medio ambiente, sino también una herramienta poderosa para mejorar su competitividad, reducir costos, fidelizar clientes y abrirse a mercados más exigentes.
Estos casos no solo inspiran, sino que derriban mitos al demostrar que la sostenibilidad no está fuera del alcance de las medianas empresas y que los beneficios que trae consigo son tanto económicos como reputacionales.
El Hotel Bidasoa, por ejemplo, se ha convertido en un referente en hotelería sostenible. Ubicado en la comuna de Vitacura, su estrategia de crecimiento no solo incluyó la ampliación de sus instalaciones, sino que lo hizo con un enfoque profundamente sustentable.
Más del 80% de los materiales utilizados en esta ampliación fueron reciclados o eco amigables, y la implementación de aislación térmica permitió reducir la demanda energética del edificio en un 52%.
Además, opera con energía 100% renovable, ha incorporado sistemas de aerotermia y promueve un modelo de reciclaje y compostaje que minimiza la generación de residuos. Este enfoque no solo ha optimizado sus operaciones, sino que ha fortalecido su reputación como una marca consciente y moderna en el competitivo sector hotelero.
En el ámbito de la movilidad, ejemplos como Awto y Smartycar han demostrado cómo la innovación puede alinearse con la sostenibilidad. Awto, el primer servicio de carsharing en Chile, no solo promueve el uso compartido de vehículos para reducir el impacto ambiental, sino que también compensa las emisiones de carbono de su flota. Smartycar, por su parte, ofrece un modelo de suscripción mensual a vehículos eléctricos e híbridos, lo que facilita el acceso a alternativas de transporte más limpias y responsables.
Ambos casos resaltan cómo la sostenibilidad puede integrarse en la operación diaria de empresas medianas y convertirse en un diferenciador en un mercado donde los consumidores valoran cada vez más las prácticas responsables.
En el sector vitivinícola, los ejemplos de viñas como Casa Marín, Valle Secreto y Las Araucarias son igualmente reveladores. Estas viñas boutique han demostrado que es posible producir vinos de alta calidad mientras se respeta y conserva el medio ambiente.
Casa Marín, ubicada en el Valle de San Antonio, opera con energía renovable y ha eliminado el uso de pesticidas gracias a prácticas biodinámicas que promueven la biodiversidad.
Valle Secreto, en el Valle de Cachapoal, ha implementado técnicas agrícolas sostenibles que minimizan su impacto ambiental, mientras que Las Araucarias, en el Valle del Maipo, se dedica a la producción de vinos orgánicos certificados.
Estos ejemplos no solo destacan la capacidad de las viñas chilenas para adaptarse a los nuevos estándares globales de sostenibilidad, sino que también subrayan cómo estas prácticas abren la puerta a mercados internacionales más exigentes y conscientes.
El valor de estos casos radica en su capacidad para demostrar que la sostenibilidad no es una barrera ni un costo excesivo. Es, en cambio, una oportunidad estratégica que permite a las empresas posicionarse mejor en sus respectivos mercados, generar economías operativas, cumplir con regulaciones ambientales emergentes y conectarse con consumidores que buscan marcas alineadas con sus valores.
Además, la implementación de estándares sostenibles ofrece un lenguaje común para relacionarse con inversionistas y socios internacionales, facilitando la atracción de capital y el acceso a nuevas oportunidades de negocio.
Lo más relevante de estos ejemplos es que ofrecen lecciones prácticas y aplicables para cualquier empresa, sin importar su tamaño o industria. La sostenibilidad no es un lujo reservado a las grandes corporaciones; es un camino viable para las medianas empresas que buscan crecer de manera responsable y garantizar su relevancia en un mundo donde las demandas sociales y ambientales están moldeando el comportamiento de los consumidores y las exigencias regulatorias.
Implementar estándares sostenibles, desarrollar proyectos de impacto y construir una gestión empresarial responsable ya no son opciones, sino necesidades que determinarán el éxito a largo plazo.
En REPLICA, entendemos la importancia de acompañar a las empresas en este camino. Contamos con la experiencia y el conocimiento necesarios para ayudar a medianas y pequeñas empresas a diseñar estrategias de sostenibilidad a medida, implementar proyectos concretos y capitalizar los beneficios que ofrece la sostenibilidad. Creemos firmemente que cada empresa tiene el potencial de liderar el cambio hacia un futuro más sostenible, y estamos aquí para ser su aliado en esa transformación.
El futuro de los negocios está en la sostenibilidad. Los casos de éxito de empresas medianas en Chile son una muestra clara de que este futuro ya está ocurriendo. Las empresas que decidan dar el paso hacia una gestión responsable no solo estarán cumpliendo con su responsabilidad social, sino que estarán asegurando su lugar en un mercado que premia la innovación, la eficiencia y el compromiso con el planeta.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo