De profesión ingeniero comercial, es una de las cuatro mujeres que en la Región de O’Higgins está al frente de un recinto asistencial
Al conversar con ella queda claro que posee una amplia visión de cómo se debe administrar un hospital, y sin duda que su pasado también aporta ya que por muchos años fue subdirectora administrativa del Hospital San Fernando, en la Región de O’Higgins.
Al frente del recinto, el cual fue remodelado en el 2017, fue justamente su normalización la que adoptó como tarea principal. “Esa prioridad fue dada por el compromiso que teníamos con toda la comunidad, de la cual también somos parte nosotros los funcionarios, que pidió durante años contar con un nuevo recinto”.
“El proceso de normalización traía aparejado un aspecto emocional, el que no podíamos dejar de lado, por cuanto si bien era evidente que necesitábamos contar con una mejor infraestructura, este cambio involucraba dejar atrás el edificio que por tantos años nos albergó y nos permitió brindar nuestras atenciones de salud a la comunidad. Considerando todo lo anterior, sin duda la normalización fue un tema prioritario”.
¿Cuáles fueron los primeros logros alcanzados desde su administración?
“Los primeros logros los divido en 2 grandes áreas: una de orden administrativo, que dice relación con la gestión del hospital y la otra no menos importante, la relación con los funcionarios. En este último ámbito, trabajé en crear lazos de confianza en base al respeto por la labor que cada uno realiza y sobre todo reconocer el valor que cada uno de los funcionarios entrega cada día por este hospital”.
“Logramos como equipo en un tiempo récord (dos años), la obtención de las recomendaciones por parte del Ministerio de Desarrollo Social, para las etapas de estudio, diseño y de ejecución del proceso de normalización del Hospital”.
“Este trabajo en equipo también me ha permitido consolidar otros logros en el tiempo, como el haber sido a nivel regional, el primer hospital de baja complejidad en obtener la acreditación en calidad por la Superintendencia de Salud. También habernos acreditado en Infecciones Intrahospitalarias; ambas acreditaciones permiten mantener un alto estándar de la calidad de nuestras atenciones en salud, con baja morbi-mortalidad. En forma paralela, haber sido reconocido como un Hospital Amigo”.
“Finalmente también es importante destacar como logro, el que hemos consolidado el trabajo con nuestra comunidad, el que se ha basado en una escucha activa de sus preocupaciones, las que manifiestan a través de sus representantes en el consejo consultivo, en los diálogos ciudadanos y también a través de sus consultas, sugerencias y reclamos, lo cual nos ha permitido como funcionarios trabajar para mejorar cada día”.
El esperado momento
Desde que se anunció que se iniciarían las faenas de construcción del nuevo hospital, tanto la comunidad como los propios funcionarios no escondieron su satisfacción por tan anhelada noticia. A finales de julio de 2015 la obra comenzó, lo que sin duda generó expectación en todos…
¿Qué sintió cuando por primera vez las máquinas se instalaron en el terreno de nuevo centro asistencial?
“Fue una sensación de alegría y entusiasmo, de sentir bien, por fin comenzamos, vamos a tener un nuevo hospital, el que tanto queremos y hemos esperado. Recuerdo que tenía la sensación de querer compartir ese importante hito con todos”.
“Existió una alta cantidad de factores y actores que comenzaron a interactuar en el cumplimiento de esta etapa, donde la supervisión de construcción estaba a cargo del equipo de Recursos Físicos de la Dirección de Servicio de Salud, nos visitaban del Ministerio para monitorear los avances de la obra, había que comenzar los procesos de selección de quienes se integrarían a trabajar, había que trabajar en la habilitación de la infraestructura (equipos, muebles, enseres, etc.), informar a la comunidad del avance de la obra. Como se puede apreciar, este proceso fue en cierta medida complejo, pero con el aporte de cada uno de los actores involucrados, lo pudimos sacar adelante”.
Desde el aspecto netamente laboral, ¿cómo ha sido la relación con los funcionarios?
“He buscado una relación cercana, con una política de puertas abiertas en todo el sentido de la palabra. Considero haber establecido lazos de confianza con gran parte de los funcionarios, los cuales deben ser cuidados y por los que debemos trabajar permanentemente”.
Finalmente, ¿cómo ve al hospital en 10 años más?
“Como un hospital que mantiene la búsqueda constante de la mejora continua, con funcionarios que se sienten orgullosos y felices de pertenecer a este equipo de personas que hacen del hospital un lugar que se preocupa del bienestar de sus pacientes en forma integral”.
Son cuatro años encabezando la dirección del Hospital de Chimbarongo; y como ella bien señala, “han sido momentos de dulce y agraz, sin embargo, la constancia, responsabilidad de funciones, el escuchar al funcionario y a los pacientes, ha sido parte de mi política de puertas abiertas”.
María Antonieta Matas es una líder en su área, una mujer que ha sabido posicionar su mirada clara y precisa, y que ha llevado a este recinto hospitalario a ser uno con positivos resultados para los pacientes, pero también para los funcionarios.