Por: Jeannette Escudero. Directora Ejecutiva de Talento Digital para Chile, Fundación Chile
En Chile, solo el 28% de los graduados en STEM son mujeres, una de las tasas más bajas de la región. Durante años, hemos escuchado sobre la brecha de género en tecnología. Sabemos que la industria necesita más talento y que las mujeres siguen siendo minoría en este campo. Pero lo que vivimos recientemente en el encuentro de la comunidad Mujeres Talento Digital nos recordó algo fundamental: el cambio no sucede solo con estadísticas o discursos, sino con acción, oportunidades y redes de apoyo reales.
En Talento Digital para Chile hemos sido testigos de cómo las mujeres irrumpen en la industria cuando las puertas se abren. Hoy, el 36% de nuestras egresadas ya están transformando el ecosistema TI con su talento y determinación. No porque sean una excepción, sino porque la oportunidad estuvo ahí.
Además, como señala un informe de McKinsey, si las mujeres participaran en la industria STEM en la misma proporción que los hombres, el PIB global podría aumentar hasta en 12 billones de dólares.
También se ha demostrado que las empresas con mayor diversidad de género en tecnología son un 25% más rentables y logran soluciones más innovadoras.
Pero todavía queda camino por recorrer. La tecnología no puede seguir diseñándose con una mirada homogénea. Cuando más mujeres entran en este espacio, las soluciones son más inclusivas, más justas y más innovadoras. No es solo una cuestión de equidad, es una necesidad para el desarrollo del país.
Como dijo Marina Garcés, una de nuestras egresadas durante el evento: “Nuestra visión única. Nuestra capacidad de resolver problemas desde otro enfoque. Nuestra fortaleza. Ser madres nos da un valor agregado: nos hace organizadas, empáticas, resilientes. Como empleadores, debemos entender y aprovechar ese poder. Estoy convencida de que somos el presente y el futuro de la tecnología. Somos valientes.”
Este testimonio lo resume todo. Las mujeres ya están transformando la industria, solo falta que el mundo laboral avance al mismo ritmo.
Entonces, ¿cómo seguimos avanzando? La respuesta es clara: generando más espacios de formación, derribando barreras culturales y construyendo alianzas estratégicas que hagan de la industria TI un lugar accesible para todas. Y esto no es solo tarea de las mujeres, sino de empresas, instituciones y tomadores de decisión que deben comprometerse con un cambio estructural.
En este último encuentro reafirmamos una verdad poderosa: cuando trabajamos en conjunto, cuando nos apoyamos y creamos comunidad, la transformación es imparable. No se trata de alcanzar una cuota, sino de abrir caminos para que el talento pueda desarrollarse sin sesgos ni limitaciones.
El futuro de la tecnología no puede construirse sin las mujeres. Y en Talento Digital para Chile seguimos apostando por un ecosistema donde el talento se mida por capacidades y no por género. Porque si algo quedó claro en esta jornada, es que más mujeres en tecnología no es una meta lejana, es una urgencia que debemos abordar hoy.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo