Por: Rocio Fonseca. Directora de Rompecabeza
El Día Internacional de la Mujer Emprendedora ofrece una oportunidad para visibilizar el enorme impacto y potencial que las mujeres aportan a la economía global. Los negocios liderados por mujeres no sólo generan mayores retornos, ventas y desempeño, sino que también impulsan la sostenibilidad y la inclusión.
Las cifras son claras: las empresas de mujeres alcanzan un 35% más de retorno a la inversión y un 12% más de ventas que sus contrapartes masculinas. Este impacto es el reflejo de modelos de negocio que buscan ir más allá de la rentabilidad para crear valor social y ambiental.
A pesar de estos logros, el acceso a financiamiento sigue siendo una barrera importante. Sólo un 2%-3% de los fondos de venture capital se destinan a empresas femeninas. Y en el ámbito de la deuda, aunque las mujeres emprendedoras han demostrado ser mejores pagadoras y más responsables en el cumplimiento de sus compromisos financieros, todavía encuentran obstáculos para acceder al capital en igualdad de condiciones.
Sin embargo, el espíritu de innovación y resiliencia de las emprendedoras persiste. Las mujeres que lideran negocios -ya sean emprendimientos de supervivencia, pequeñas y medianas empresas, o startups tecnológicas de alto impacto- demuestran que el éxito no depende únicamente de recibir financiamiento, sino de contar con redes que les permitan hacer crecer sus negocios y acceso a contactos y aprendizaje entre pares que faciliten su avance, apoyándose en otras que ya han recorrido el camino.
En toda su diversidad, las emprendedoras tienen necesidades únicas. Algunas buscan escalar sus proyectos a nivel global, otras enfocan sus esfuerzos en resolver problemas locales con impacto sostenible, y muchas simplemente desean mantener a sus familias a través de sus negocios. Todas ellas, desde sus diferentes contextos y objetivos, comparten una capacidad extraordinaria para transformar economías y generar empleo, especialmente para otras mujeres, demostrando que el emprendimiento femenino es una fuerza imparable para el desarrollo.
A nivel global, cada vez más iniciativas públicas y privadas, junto a esfuerzos de asociaciones y organizaciones internacionales, reconocen el valor de potenciar el emprendimiento femenino, entendiendo que ciertos espacios específicos aceleran el aprendizaje y la confianza de las mujeres. Estudios han demostrado que cuando las mujeres participan en espacios diseñados exclusivamente para ellas, en entornos donde pueden intercambiar experiencias libremente, su curva de aprendizaje y acceso a nuevas oportunidades crece significativamente.
Según una investigación de Harvard Business Review, las mujeres que cuentan con redes femeninas sólidas tienen mayor probabilidad de acceder a posiciones de liderazgo y lograr el éxito empresarial. Esto no se trata de otorgar ventajas, sino de crear entornos que potencien su talento y les permitan maximizar su impacto en la economía.
Además, las empresas lideradas por mujeres no sólo aportan en términos de crecimiento y rentabilidad, sino que también destacan en la generación de empleo femenino y en la equidad salarial. Varios estudios han demostrado que estos negocios tienden a emplear a un porcentaje significativamente mayor de mujeres en comparación con empresas lideradas por hombres y, además, suelen ofrecer mejores condiciones salariales. Al fomentar el emprendimiento femenino, estamos apoyando entornos laborales más inclusivos y equitativos, que promueven el desarrollo y empoderamiento de más mujeres en todos los niveles.
Este efecto multiplicador impulsa la economía y promueve la independencia financiera de las mujeres, dándoles mayor libertad para tomar decisiones sobre sus vidas y alcanzar sus objetivos con total autonomía. Cuando las mujeres logran autonomía económica, contribuyen al crecimiento de sectores más competitivos y diversificados, donde pueden desplegar plenamente su talento y potencial.
Que este día no sea sólo un recordatorio, sino una llamada de acción para impulsar y acompañar a las mujeres en su camino, porque en sus manos está el poder de transformar industrias, mercados y comunidades a través de sus negocios.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.