Por: Hugo Roa. Presidente de los Tripulantes de la Pesca Industrial del Biobío
El Gobierno no debe temerle a la pesca artesanal y colocarle urgencia al proyecto que aplaza la entrada en vigencia de la Jibia porque el trabajo estable y digno de la pesca industrial lo necesita. Si no lo hace, son muchos los trabajadores que quedaremos en la calle a mediados de agosto.
Luego de presentarse el proyecto que modifica la entrada en vigor del cuerpo legal, el Gobierno ha sido amenazado por un sector de la pesca artesanal y nos ha notificado que no apoyará esta moción.
Esto sería una verdadera bofetada para los miles de trabajadores de la pesca industrial, porque ahora dependemos del Gobierno, que ha dicho que protegerá el trabajo, la inversión y el crecimiento. Ojalá haga lo que dice,
Hay una enorme preocupación entre los 8 mil trabajadores que laboran en la pesca industrial a lo largo del país ante el avance en el Congreso de la denominada “Ley Ossandón” que busca subastar los permisos de pesca de las empresas industriales.
Esperamos que prime la cordura entre los parlamentarios y el Gobierno y no se siga destruyendo puestos de trabajo debido a la falta de estabilidad en la economía nacional.
Fustigamos a FETRAPES, CONDEPP y otras organizaciones que proponen dejar sin permisos de pesca a las empresas y entregar todas las cuotas de pesca asignadas al mundo artesanal o a empresas extranjeras, dejando sin sustento a sus compañeros de labores.
En el caso de FETRAPES, la verdad es que no sabemos para quien trabajan. Dicen representar a trabajadores de la pesca industrial, pero están permanentemente pidiendo el fin de las empresas donde laboran a quienes señalan representar.
Nosotros por años hemos tenido importantes conquistas laborales, buenas negociaciones colectivas y beneficios, pero con las licitaciones que vienen con la Ley Ossandón, todo esto se perderá. La verdad no se entiende cómo el Gobierno quiere hacer crecer el país apoyando medidas como esta.
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