Por: Diego González. Gerente general de Defontana
A partir del 1° de enero de 2021 las empresas que entregan factura electrónica deberán implementar también la boleta electrónica de manera obligatoria, de acuerdo a la reforma tributaria. Sin embargo, preocupa que más de la mitad de las empresas aún no se encuentran preparadas para ello, según advierte un reciente estudio de la Cámara Nacional de Comercio, CNC. Peor aún, casi el 90% de las mismas considera que todavía existen temas por aclarar en relación a la obligatoriedad de la boleta electrónica.
Lo cierto es que no hay que temer a esta nueva disposición, pues invita a seguir avanzando hacia la incorporación de las tecnologías de la información como eje central de transformación, crecimiento e innovación. La boleta electrónica conlleva importantes beneficios, no solo en términos de ahorro, sino también en cuanto a disminuir la evasión y facilitar los procesos en los puntos de venta. Para asumir este nuevo reto, las empresas tienen un fuerte aliado en las tecnologías de la información.
De hecho, existen herramientas 100% web, que no requieren grandes inversiones, sino solo una buena conexión a la red para operar rápida y eficazmente; también software diseñado para la venta directa de productos al público que puede integrarse con sistemas más avanzados de gestión, como un ERP, para llevar al día la administración total del negocio.
Las empresas que se suban ahora a la boleta electrónica lo que deben considerar es que la solución por la que opten tenga un respaldo reconocido y que además de emitir boletas electrónicas tenga otros atributos importantes para dicho proceso. Entre ellos, debe ser multidispositivo y permitir la movilidad total, por ejemplo con tablets e impresoras inalámbricas; aceptar diferentes medios de pago y que puedan ser definidos por usuario; realizar informes por cierre de caja, turno, stock, etc.; entregar ticket de preventa; ser apta para cualquier tipo de impresora y compatible con cualquier tipo de pistola; además de poder generar notas de crédito, en caso de anulación de la boleta.
La tecnología para enfrentar la modernización tributaria, y específicamente, la boleta electrónica existe. Solo es cuestión de atreverse y aprovechar este impulso para usar la digitalización a favor del negocio para asegurar de esa manera su mantención en el tiempo, así como su crecimiento y competitividad futuros.
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