Por: Patricio Torres L. Académico Depto. Gestión Organizacional UTEM
Desde el 1 de Julio entró en vigencia dentro de la Unión Europea -principal polo receptor de turismo mundial- el certificado verde digital, con el objetivo de facilitar la movilidad a todos los residentes de la Unión Europea con propósitos de turismo, durante el periodo estival del hemisferio norte.
En este sentido, el certificado acredita que la persona está vacunada con alguna de las vacunas autorizadas por la Agencia Europea del medicamento, o bien, aquellas validadas por la OMS para uso de emergencia; pero también se otorga a quienes tengan un PCR negativo; o quienes posean anticuerpos luego de haber superado la enfermedad presentando un certificado de recuperación. El certificado verde permite el libre desplazamiento por los países que conforman el bloque europeo sin necesidad de realizar cuarentena al arribo en el destino, disminuyendo la burocracia, facilitando así la entrada hacia los destinos internacionales europeos vía aérea.
Por el contrario, China —el principal polo emisor de turismo mundial— ha decidido postergar su reapertura al turismo internacional producto de rebrotes en algunas ciudades; en tal sentido, China ha lanzado un plan para dinamizar la industria turística mediante el fomento del turismo doméstico, con el objetivo de que los chinos conozcan su propio país y gasten en el mismo. Se espera que la apertura de China al turismo internacional sea el 2022 según informa South China Morning Post. Otros países democráticos como Australia y Nueva Zelanda permanecen todavía cerrados al turismo internacional, apostando por el turismo doméstico.
Pero, ¿Qué esperar para Chile? Los destinos turísticos se encuentran moribundos; la paralización de los viajes ha generado pérdida masiva de empleos, y si el estallido social dio la primera estocada al sector, la pandemia terminó de liquidarlo.
Considerando la contingencia sanitaria actual de nuestros países vecinos, y el comienzo de la temporada invernal que podría agravar la propagación del virus, un plan de reactivación turística debiese comenzar por casa; el llamado es entonces hacia las autoridades. Es necesario levantar las restricciones para viajes dentro de Chile, en particular a aquellos destinos en donde los parques nacionales y las playa son la base del producto turístico.
La fatiga pandémica ha sido extenuante y en este sentido, las personas que posean el pase de movilidad y obedezcan los protocolos sanitarios debiesen poder viajar —sin problema— hacia alguno de los destinos sublimes que posee nuestro país. El segundo llamado es hacia los mismos residentes chilenos. Prefiramos los viajes domésticos este 2021, los viajes a Miami y el Caribe pueden esperar; la industria turística local necesita de nosotros para su reactivación, ya no solo con la retórica del chileno de corazón, sino en la práctica.
Según un estudio realizado por ObservaTUR, para estas vacaciones de verano, un 77% de los españoles realizará turismo doméstico utilizando el automóvil como medio de transporte, y solo un 12% –pese a las facilidades del certificado digital— realizará turismo internacional.
Es cierto que no somos Europa. Nuestra coyuntura es distinta. La apertura al turismo internacional deberá esperar un poquito más, y ese entretanto —con el fomento de las autoridades— los destinos turísticos chilenos nos esperarán con todas las medidas necesarias para ofrecernos un viaje de ensueño.
Estimados conciudadano, Chile es tuyo, ¡conócelo!
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.
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