Por: Jorge Gamero. Gerente General de ManpowerGroup
Tras conmemorar una vez más el Día Internacional de la Mujer, no podemos dejar de considerar las brechas que aún existen en cuanto a oportunidades laborales, desarrollo profesional y liderazgo, que siguen dejando a las mujeres en desventaja.
Esto aplica sobre todo en representación femenina en puestos de liderazgo. Según un estudio que hemos realizado, un 28% de los trabajadores y trabajadoras considera que el liderazgo femenino no existe en las empresas, mientras que otro 22% estima que podría mejorar.
Muchas compañías tienen contemplados avances en materia de equidad de género. No obstante, la pandemia generó retrocesos, especialmente en el acceso a las oportunidades laborales y en escala de sueldos.
Es indispensable que la recuperación del empleo también contemple una perspectiva de género, que considere un acceso equitativo al desarrollo de carrera, beneficios en salud, apertura a la salud mental, y demás iniciativas para quienes a la vez realizan roles de cuidados.
El liderazgo femenino es posible y necesario, y se construye día a día con el compromiso de empresas y colaboradores para derribar prejuicios, abrir oportunidades y cerrar brechas de género en el mundo del trabajo.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.