Por: Jorge Serón F. Presidente de CORMA regiones del Biobío y Ñuble
Luego de revisar los resultados que arrojó el ranking de competitividad mundial del Institute for Management Development (IMD) de Suiza, en que Chile registra una caída de 7 puestos alcanzando el lugar 42 de las 63 economías que abarca el reporte, nos queda más que llamar a la acción al Estado y a todas las instituciones que se relacionan directamente con estos asuntos, debemos ser capaces de hacer frente a la situación de forma inteligente y conjunta.
Este estudio, que se hace anualmente con información del año anterior, nos da una imagen de dónde están las economías con las que nos toca competir día a día en los mercados internacionales y también nos permite visualizar hacia donde debemos encaminar nuestros esfuerzos. Para nosotros, es principalmente alarmante que nuestro país haya registrado un descenso general en indicadores como eficiencia de los negocios, en desempeño económico y en infraestructura, donde pasamos de estar ubicados en el puesto 43 al 47.
Tenemos hoy el deber de refundar políticas de infraestructura y desarrollo que sean efectivas y tendientes a aumentar y fortalecer la competitividad de nuestro país, de forma estable, justa y compatible con el bienestar de la sociedad.
Frente a este panorama, como sector forestal y como gremio somos optimistas y en septiembre próximo vamos a constituir un Capítulo Regional del Consejo de Políticas de Infraestructura para Biobío y Ñuble en conjunto con Universidades regionales, gremios y ex autoridades regionales.
En este Capítulo Regional tenemos la oportunidad de hacer que nuestras iniciativas locales sean escuchadas. Los desafíos en materias de infraestructura que enfrenta esta región son importantes; debemos recuperar y mejorar el estándar de las vial y ferroviario, generar infraestructura e inversión no solo en el ámbito del transporte de carga y de pasajeros, sino también levantar los requerimientos en infraestructura digital que tiene la región.
Esto porque en lo concreto somos capaces de proyectar que para el 2024 el transporte de carga por ferrocarril aumentará en un 54% y en tanto la carga que se transporta por carretera aumentará en un 13%, y para ello conocemos cuáles son las necesidades y cuáles son los cuellos de botella que tiene la región. Ahora el desafío es conocer qué pasará con la era digital y la introducción de la Industria 4.0 en la región.
A nivel nacional, Chile requiere de una carretera digital que permita la conectividad de todas las regiones y sectores rurales con el mundo, lo que permite mejorar el acceso a la información y realizar operaciones en “tiempo real”, de compra y venta de bienes y servicios, materias importantes para el desarrollo del país y de la región.
Estos desafíos con miras de largo plazo y en la lógica del Fondo de Infraestructura, al que nos hemos sumado con entusiasmo y espíritu colaborador, harán que esta región continúe siendo el motor económico y productivo del sur de Chile, pero más eficiente e interconectado, potenciando como una de las rutas comerciales más competitivas, modernas y utilizadas de nuestro país, que irán en beneficio de nuestra gente, lo que siempre será una motivación especial en nuestro quehacer gremial.
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