Por: Dr. Fernando Soto Pinto. Especialista Broncopulmonar
El peor efecto de la pandemia por Covid -19 es, sin duda, la cantidad de personas fallecidas que provoca su avance. Al respecto, lo primero que hay que decir es que la pandemia está aún en expansión. La mejor demostración es que a nivel mundial, desde el inicio de la misma han fallecido poco mas de 3 millones de personas en todo el mundo. Pero resulta que el primer millón de fallecidos se alcanzó a los 9 meses de iniciada la pandemia, el segundo millón se alcanzó 5 meses después, y el tercer millón menos de 2 meses después.
Es decir, la velocidad de acumulación de las defunciones en el mundo es de tipo exponencial, y sigue en aumento.
En Chile, de las poco mas de 33.000 personas fallecidas desde el inicio de la pandemia de acuerdo al último Informe Epidemiológico del DEIS, 22.000 fallecieron durante el 2020, y 11.000 durante los primero 4 meses del 2021. Es decir, en los primeros 4 meses del 2021 falleció la mitad de las personas que lo hicieron el 2020. Otro dato que confirma que también en Chile la pandemia sigue en expansión.
Por otro lado, la proporción de personas con Covid -19 que está falleciendo fuera del ámbito hospitalario sigue en preocupante aumento. De un promedio de 20% de personas con Covid-19 grave que fallecían fuera del hospital a fines del 2020 hemos llegado en Abril 2021 a un porcentaje incluso del 48%.
Es decir, más personas están falleciendo fuera del hospital, o sin haber sido hospitalizadas, por razones que no tenemos claras. Sea que se consideró para ellas un “manejo compasivo” por edad o patologías crónicas intercurrentes, o porque no hubo cupo para ellas en camas críticas y fueron devueltas a sus domicilios luego de consultar, es otro dato que revela la importancia de considerar el dato de las personas que fallecen.
Por lo tanto, el dato de cómo se mueve la estadística de mortalidad, que es por lo demás el dato más certero que disponemos permite vislumbrar mejor el estado de la pandemia que los contagios diarios, que dependen de la capacidad de testeo y sabemos que actualmente es insuficiente solo mirando la alta positividad, o la ocupación de camas críticas que es un dato engañoso porque día a día se agregan camas en pabellones, salas de recuperación quirúrgicas, Servicios de Urgencia, etc.
Incluso los datos aparentemente positivos derivados de la campaña de vacunación, en especial la referencia a la menor cantidad de adultos mayores de 70 años que están siendo ingresados a dichas unidades, pudiera explicarse no solo por efecto protector de la vacuna, ya que tenemos el dato que ese grupo etario no ha bajado su letalidad hospitalaria y por otro no sabemos cuántos fallecieron por no haber sido ingresados a un hospital producto de una selección de pacientes que privilegia a los más jóvenes y menos enfermos producto del colapso de camas críticas que vivimos.
Finalmente, la cantidad de fallecidos ha pasado a segundo plano en la comunicación del Ministerio de Salud, que sin embargo con detalle explica la cantidad de contagios, los recuperados, los cupos disponibles de camas críticas y en residencias sanitarias, pero evita referirse en detalle a la positividad, al fracaso de la estrategia de Testeo, Trazabilidad y Aislamiento, y mucho menos se refiere a las mas de 100 personas que fallecen diariamente, en una alta proporción sin haber sido hospitalizados, y sin dar a conocer las razones de esta escalofriante estadística.
Prudencia. No tenemos razones para ser todavía optimistas. Nuestros fallecidos, mas de 1390 personas en la Región del Libertador al día de hoy de acuerdo al último Informe Epidemiológico del DEIS, nos llaman a reflexionar acerca del verdadero estado de la pandemia, y extremar las precauciones personales, en especial considerando que la autoridad perdió la capacidad de controlar el contagio, y nos ha dejado librados a un increíble mensaje que nos endosa a cada persona la responsabilidad de autocuidarnos.
No se maree con las cifras. Si quiere seguir más certeramente y con un dato la evolución de la pandemia, mire cómo se comporta la curva de fallecidos…
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