Por: Constanza Figueroa D. Docente de la Carrera de Nutrición y Dietética de la UC. Nutricionista en el Centro del Cáncer y del Equipo de Cuidados Paliativos del Hospital Red-UC Christus
El 4 de febrero se conmemora el Día Mundial del Cáncer, iniciativa de la Unión por el Control Internacional del Cáncer (UICC por sus siglas en inglés), al ser la segunda causa de mortalidad en el mundo, al igual que en nuestro país (26,13% de la población). La celebración de este día busca generar consciencia y educar respecto al cáncer, a fin de tomar acciones contra esta enfermedad, como un acceso oportuno de atención y tratamiento, autocuidado, exámenes preventivos para su detección temprana, entre otros. El lema de este año es “Yo soy y voy a” (“I am and I will”), con el propósito de que cada uno cree –desde su rol y espacios de intervención- su propia publicación con un mensaje personal de compromiso, utilizando esta consigna y compartiéndolo en redes sociales en señal de apoyo.
El cáncer es una enfermedad caracterizada por el crecimiento anormal y descontrolado de células en el cuerpo formando un tumor, si no es tratado puede crecer y esparcirse a otras partes del cuerpo y afectar el funcionamiento del mismo. Esta enfermedad es causada por diversos factores como el sedentarismo, consumo de tabaco, malnutrición por exceso (sobrepeso u obesidad), malos hábitos alimentarios caracterizados por un elevado consumo de alcohol, dietas altas en carnes rojas, carnes procesadas y bajo consumo de frutas y verduras; por mencionar algunas causas relacionadas con nuestros estilos de vida.
Dentro de las políticas de nuestro país se encuentran las Garantías Explícitas en Salud (GES) las cuales dan cobertura al diagnóstico, seguimiento y tratamiento a diversos tipos de cáncer y la Ley 20.850 para tumores neuroendocrinos, sin embargo, no logran abarcarlos todos, generando necesidades en torno a más estrategias de abordaje y las políticas de salud preventiva.
En diciembre del 2018, el Presidente Piñera y el Ministro de Salud presentaron el Plan Nacional de Cáncer, que busca asesorar en la elaboración de políticas, implementación de estrategias, prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y cuidados paliativos de dicha enfermedad. En nuestro país, la principal causa de mortalidad por cáncer es el de estómago, en hombres la misma causa; mientras que en las mujeres es por cáncer de mama.
La alimentación y los estilos de vida saludables son fundamentales en la prevención del cáncer. Dentro de los componentes de una alimentación saludable se encuentra el consumir al menos 3 veces verduras y 2 veces al día frutas de distintos colores, 3 porciones de lácteos descremados al día, legumbres al menos 2 veces por semana al igual que los pescados, preferir cereales integrales en cantidades adecuadas y tomar 6 a 8 vasos de agua al día.
Asimismo, limitar el consumo de comida chatarra (con alta densidad calórica, grasas, almidón, sodio y azúcar), carnes rojas y procesadas, bebidas azucaradas y alcohol. Por otro lado, mantener un peso adecuado y realizar ejercicio por al menos 150 minutos semanalmente. El aumento de grasa corporal es un factor causal de varios tipos de cáncer, entre ellos: de boca, faringe, laringe, esófago, estómago, colorrectal, hígado, vesícula, mama, ovario, próstata y renal.
Una dieta con un adecuado aporte de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales se asocia a un efecto protector en la aparición del cáncer, específicamente destaca la fibra dietaria, asociada a un menor riesgo de cáncer colorrectal, además de sobrepeso y obesidad.
Es importante aclarar que limitar la ingesta de carnes rojas no implica que no se deba consumir, es más, es recomendable su consumo una vez a la semana, especialmente por su aporte en hierro, zinc y vitamina B12. Solo su consumo excesivo se ha relacionado con el cáncer colorrectal.
Por su parte, el consumo de productos lácteos es considerado un factor protector del desarrollo de cáncer colorrectal, al igual que el café para el cáncer de hígado y endometrio. Por el contrario, el consumo de alcohol se asocia al cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, estómago, hígado, colorrectal y mama.
Si todos nos unimos y comprometemos en incorporar una alimentación y estilos de vida saludables podemos generar un cambio, ya que éstos no solo contribuyen a prevenir la aparición de cáncer, sino también de otras enfermadades.
“Yo soy profesional de la salud y voy a incentivar una alimentación saludable”.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.