Por: Christoph Schiess. Socio fundador de Un Nuevo Equilibrio
Es impresionante cómo en momentos de crisis, el instinto de superación y la capacidad de adaptación se potencian. Esto se demostró, una vez más, este año con la pandemia que empujó a las personas a transformar problemas en oportunidades. Ejemplos como el teletrabajo, la educación online y el comercio electrónico se implementaron y consolidaron en tiempo récord, avances que no habríamos visto en tiempos normales.
Según un sondeo de Ipsos, Chile fue el país que más incrementó el uso del comercio electrónico durante el 2020, creciendo más de un 50% versus el año anterior. Muchos emprendimientos vieron esa oportunidad y comenzaron a abrir tiendas online, lo que generó una creciente demanda de programadores y servicios de delivery. Por otro lado, 1 de cada 4 trabajadores chilenos se adaptó al teletrabajo, según un informe del INE, y también empresas de diferentes rubros adaptaron su modelo de negocio a uno más digital y con miras a la cuarta revolución industrial.
Los usuarios de internet, por su parte, también aumentaron su participación en el comercio online. Así lo detalló en su Informe de Tendencias de e-commerce la Cámara de Comercio de Santiago, pasando del 66% en el trimestre abril-junio de 2019 al 81% en el mismo periodo de 2020 en la Región Metropolitana, y de un 59% a un 74% en regiones.
Junto a esto, la tecnología 5G está llegando a pasos agigantados a Chile con la adjudicación de las licitaciones que hemos visto por estos días. La expectativa es que se multiplique 10 veces la velocidad de navegación de Internet y 100 veces la capacidad de las actuales redes 4G y además, contempla contratos que buscan equidad digital, exigiendo una cobertura para al menos el 90% de la población en los próximos 3 años.
Y esta digitalización tiene ventajas, pero también desafíos. Por ejemplo, aporta mayor autonomía en la distribución del tiempo, permite conectar personas a la distancia, generar servicios más expeditos y ahorrar tiempos de traslado y espera. Pero debemos ser concientes de que como toda revolución, sus consecuencias en lo laboral también tienen impactos negativos como la urgencia de capacitarse y una importante pérdida de puestos de trabajo por la automatización.
Chile será el primer país del mundo que redactará una nueva Constitución después de la pandemia de Covid-19, lo que es una buena oportunidad para considerar la conexión a internet como un servicio básico, tal como lo hacen países como Canadá, Finlandia, Estonia, Israel y Corea del Sur.
Desde la agrupación “Un Nuevo Equilibrio”, que congrega a empresarios y emprendedores de todo Chile, queremos ser un aporte a esa discusión por medio de propuestas e iniciativas concretas, que permitan generar un ecosistema empresarial más sustentable y conectado con las necesidades de la sociedad. Aprovechemos esta tan importante y valiosa instancia para tratar con visión de futuro los temas relacionados a la innovación, la digitalización y la equidad.
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