Por: Pelayo Covarrubias. Presidente de Fundación País Digital (FPD)
La SUBTEL hizo una radiografía del sector de telecomunicaciones en 2021, donde destacó que en Chile tenemos por sobre un 95% de conectividad móvil y el 67% de los hogares del país cuentan con una conexión de Internet fija, siendo la fibra óptica la tecnología de mayor preferencia (52,9% de las conexiones fijas totales), con un crecimiento de 68% en los últimos 12 meses.
¿Qué se está haciendo en Chile? El país está trabajando en los proyectos de Fibra Óptica Austral, Fibra Óptica Nacional y Cable Transoceánico, con los que se busca potenciar la conectividad a lo largo de todo el territorio. De la misma forma, el concurso público de redes 5G cuenta con un plazo de dos años totales para que las operadoras puedan desplegar las más de nueve mil antenas presupuestadas por la SUBTEL. Lo anterior permitirá alcanzar e impactar a instituciones públicas y sectores productivos de todo el suelo nacional, en beneficio directo de localidades rurales y aisladas.
Un aspecto importantísimo de la conectividad tiene que ver con su acceso para capacitar a las personas de todas las regiones en los trabajos que se crearán con las nuevas tecnologías en el futuro. Cifras del estudio “Future Workforce”, elaborado junto a Accenture, señalan que Chile podría llegar a desaprovechar cerca de US$13 mil millones en crecimiento si no se prepara a las personas en las habilidades y competencias que requiere el siglo 21. La última milla y la formación de capital humano son dos aspectos centrales para alcanzar la digitalización productiva en regiones.
Y si bien se estima que la expansión móvil ayudará a sumar muchos empleos en prácticamente todas las regiones del país, tanto por el despliegue como por el desarrollo de nuevas tecnologías e industrias que requerirán de nuevos colaboradores, aún persiste una brecha digital reflejo de desigualdades, y que muestra la separación que hay entre las personas y pymes que utilizan las tecnologías de la información como parte de su rutina diaria y aquellos que no tienen acceso a las mismas y, aunque lo tengan, no saben cómo utilizarlas.
La llegada de las nuevas tecnologías de conectividad abre un abanico de posibilidades a nuevas aplicaciones para una sociedad altamente conectada, tanto a nivel nacional como regional. Es fundamental incluir a las localidades más remotas a través de esfuerzos público-privados, como está contenido en el Plan “Un País Digital”, que apunta a ser una hoja de ruta para la digitalización de Chile, y así continuar acortando brechas socioeconómicas, educacionales y geográficas, y que todos, sin distinción alguna, puedan aprovechar de mejor manera estas oportunidades.
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