[Opinión] El Hospital del Futuro en el Nuevo Normal

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Por: Tulio Oliveira. Regional Vice President LATAM South en Johnson & Johnson Medical Devices


Recientemente, entregamos a los actores de la salud de distintos países de América Latina, un trabajo colaborativo realizado de la mano de las más prestigiosas instituciones hospitalarias de la región y de los expertos de la consultora internacional The Advisory Board Company, el que nos permitió reunir conocimientos, principios y prácticas clave que ayudarán a la industria a planificar el futuro de las prestaciones, con foco en la seguridad del paciente y la sustentabilidad del sistema.

Se trata del estudio “El Hospital del Futuro en el Nuevo Normal: Lecciones transformacionales aprendidas durante la pandemia”. Una hoja de ruta para la transformación hospitalaria que busca brindar apoyo en este entorno complejo e incierto en el que estamos viviendo.

En nuestro informe, nos enfocamos en tres pilares claves para la reconfiguración del sistema: El primero de ellos, la deslocalización, propone que los hospitales transformen sus modelos de negocio migrando a una oferta de atención presencial menos frecuente, enfocada en pacientes agudos de alta complejidad y aumentando la oferta virtual, por lo que gran parte de las prestaciones de salud se alejarán del entorno hospitalario. Esto implicará menores costos y riesgos para las instituciones, así como una menor mortalidad para los pacientes. En este sentido, destacamos experiencias exitosas en el monitoreo remoto de pacientes, como lo desarrollado en la región Nordjylland en Dinamarca, donde se capturan remotamente datos críticos de pacientes con ciertas patologías como la presión sanguínea y el ritmo cardíaco o el caso del hospital Johns Hopkins, institución pionera del modelo de “Hospital en Casa”.

En el segundo pilar, nuestro estudio plantea la generación de alianzas colaborativas entre los distintos actores del sistema, en las cuales se pongan los activos de cada uno al servicio de un bien superior. Aquí, se busca impulsar las alianzas público-privadas, de Startups con Big-Techs, o entre las mismas instituciones de atención médica en América Latina que traerán oportunidades para brindar un cuidado continuo y más coordinado para el paciente. Eso es exactamente lo que hicieron con el modelo de Jersey, en el Reino Unido, donde se realizó una asociación entre el servicio de correos y el sistema de salud, que permite a los trabajadores postales verificar a las personas mayores durante sus rondas de carteros, pesquisando signos de deshidratación, confusión u otros problemas emergentes, y entregando medicinas para sus tratamientos.

Por último, como tercer pilar, se propone migrar a los modelos de pago basados en valor, que serán los protagonistas para la sostenibilidad de los sistemas de salud. Asimismo, vemos la mayor relevancia que deben tomar las asociaciones público-privadas. Los pacientes atendidos por el sistema público podrán acceder a la infraestructura operada por el sector privado para aprovechar la capacidad de atención que carece el segmento público.

¿Qué tan avanzado se encuentra Chile en este escenario? En telemedicina hay una discusión en la que el sector de la salud aún debe trabajar, que es la centralización de los datos. En el país el ecosistema de innovación está avanzado, pero aún queda resolver y asegurar la protección de datos de las personas, para lograr acercarnos a un sistema interconectado y eficiente que esté al servicio del paciente a lo largo de toda su vida. En las instituciones chilenas también se ha visto una exitosa colaboración público-privada, que ha mostrado ser eficiente en la derivación de casos.

Entonces, ¿por qué no incorporar otro tipo de asociación público-privada, para mejorar la eficiencia y la utilización de recursos? En Chile se podría lograr una mayor interconexión, para tener un cuidado continuo del paciente, mejorando la eficiencia de las atenciones e impactando en una reducción de las listas de espera.

Con las lecciones transformacionales que está dejando la pandemia, ha salido a la luz la necesidad de apostar a la generación de conexiones de valor para aprovechar las capacidades individuales de los actores del sistema, alinear intereses, y a la vez, apalancarse del impulso y la innovación de nuevos participantes en el sector, para lograr una transformación oportuna hacia un futuro sistema de salud, eficaz y sostenible.

Para honrar los esfuerzos de todos los trabajadores de salud y aquellos afectados por el coronavirus, es necesario pensar en cómo podemos reconfigurar una infraestructura de atención médica para el futuro, que nos permita ofrecer un servicio a la altura de la situación en que vivimos y nos permita estar preparados para una nueva crisis.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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