Por: Catalina Araya. Directora de Educación de Fundación País Digital (FPD)
El 26 de agosto de 1942, durante el Gobierno del entonces presidente Juan Antonio Ríos, se creó la Dirección General de Enseñanza Profesional, dando así reconocimiento a su importancia en la educación para el progreso del país, gracias al desarrollo de aptitudes, competencias, habilidades y conocimientos desde un enfoque de aprendizaje práctico.
En 1947, este avance fue acompañado por la fundación de la Universidad Técnica del Estado por el presidente Gabriel González Videla, para luego contemplar otros hitos tales como la reforma educacional del mandatario Eduardo Frei Montalva, en 1965, o la creación entre ese año y 1973 de diversas entidades de Formación Técnico Profesional, tales como INACAP, DUOC, CIDE, Educación Sindical y Educación de Adultos.
Este tipo de metodología se ha vuelto tan relevante que, en la actualidad, de acuerdo con datos del Ministerio de Educación (MINEDUC), publicados en su informe “Educación Técnico Profesional en Chile”, uno de cada 3 estudiantes de secundaria alta (tercero y cuarto) son alumnos de la Educación Media Técnico-Profesional (EMTP), lo que en proporción, es el doble de la de otros países de la región y cercana al promedio de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Así, según datos de la campaña #EligeserTp del Ministerio de Educación, en 2020 tres de cada cuatro trabajos en Chile necesitaron de un técnico profesional. Las ventajas de estas metodologías permiten que tanto jóvenes como sus familias tengan acceso a trabajos de una alta empleabilidad y buenos ingresos, ya que, es una formación que se puede obtener una vez finalizada la educación media, a través de instituciones de educación superior.
El desafío ahora está en construir políticas públicas para lograr una sociedad con mayor inclusión social, erradicando así las inequidades, construyendo nuevos horizontes con crecimiento sostenido y desarrollo productivo.
Conscientes de ello es que desde el año 2014 nos hemos comprometido a entregar herramientas a la comunidad educativa para así acercar las Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por su siglas en inglés), y la innovación a la sala de clases a través de nuestra iniciativa Programa Tus Ideas (PTI), que se enfoca en los liceos que tienen la especialidad de Programación, buscando desde esa área una EMTP de calidad, pertinente e integrada, promoviendo el aprendizaje a lo largo de la vida. En cuanto a cifras, PTI solo este 2022 ha beneficiado a 1.443 de los 2.437 estudiantes de la especialidad de programación en los establecimientos, o un 59% a nivel nacional.
A dos años del inicio de la pandemia del COVID en el país, es imprescindible que la EMTP refuerce su rol como motor del desarrollo educativo del país y retomen su rol como participante activa en el desarrollo y autonomía del aprendizaje, entregando con ello herramientas pedagógicas para los profesionales que Chile necesita en el siglo XXI.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.