[Opinión] Feminismo y la politización indebida de una causa transversal a la Sociedad

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Por: Bernardita Espinoza V. Ingeniero Civil Industrial de la Universidad de Chile


En una nueva conmemoración (pues no se puede hablar de celebración) del Día Internacional de la Mujer, veo con preocupación, como un movimiento transversal a la Sociedad y al color político, que ha surgido hace más de 150 años, en pos de buscar para las mujeres, todas las mujeres, una situación de igualdad de oportunidades, de trato y valoración en la Sociedad, tanto en la vida pública como la privada, está siendo utilizado, a causa de su creciente notoriedad, por grupos políticos que desvirtúan sus principios para repotenciar causas políticas que requieren banderas de luchas que se les han vuelto escasas y para exacerbar un odio a los hombres, inaudito, pues no podría estar escribiendo esto, si no hubiera habido hombres que apoyaron la educación femenina.

El feminismo ha surgido hace 150 años de modo de combatir  la desigualdad de derechos entre hombres y mujeres, desigualdad de oportunidades de acceso a la educación, a trabajos remunerados y por ende a la independencia para decidir sus destinos, pues es evidente que la falta de acceso a la educación y a un trabajo remunerado dejaba a la mujer subyugada al hombre, como único proveedor, y atada al maltrato y la humillación. Nunca esta lucha pretendió traspasar la desigualdad y el maltrato al hombre, sino que ambos sexos en armonía, tuviéramos igualdad en derechos.

Posteriormente, el Feminismo empezó, en el siglo XX, a luchar para terminar con la discriminación en estos ambientes (educacionales y laborales), donde ya se habían dado el paso de lograr acceso,  tanto en lo relativo a trato y valoración, como directamente en la brecha salarial.

En este siglo XXI, las mujeres han logrado muchos avances, gracias a los esfuerzos realizados en las décadas anteriores, y a las capacidades de trabajo y buen desempeño demostrados en ambientes adversos, por muchas mujeres que nos precedieron y nosotras mismas. No obstante prevalecen en nuestra Sociedad actitudes discriminatorias, des respeto en ambientes educacionales,  laborales y sociales, violencia, acoso sexual y abusos, que impiden a la mujer enfrentar su vida con tranquilidad y seguridad, situaciones que requieren de cambios culturales, desde la más temprana educación, pues no tienen buen resultado mediante leyes y multas.

Está, por ejemplo, el caso de India se han endurecido las penas y sanciones para los violadores, no obstante la disminución de esta generalizada práctica ha sido lenta, pues estudios demuestran que muchos de los que deben aplicar la justicia, jueces, policías, también cometen estos delitos.

De este ejemplo se infiere que no se puede imponer leyes y normas que no concuerden con un cambio cultural y esperar resultados positivos, pues es necesaria una política de educación y concientización, que aborde no solo los actos ilegales, sino que aquellos actos de abuso y omisión cotidianos, que generan un ambiente de impunidad, que incentiva los actos abusivos.

En este contexto, el Feminismo ha avanzado, claro está, para terminar con la impunidad ante la violencia sexual, ampliando su ámbito a no solo la violencia física, sino que también la violencia sicológica, el acoso sexual laboral y callejero.

En esta lucha, y en los principios por los que millones de mujeres somos feministas, y no solo una cientos de mujeres muy jóvenes que se manifiestan en las marchas, cuestión que tiene sus extremos, pero es parte de las formas de expresión transgresoras que la juventud ha presentado durante siglos (ver mi columna Juventud y Transgresión) para que nosotros los adultos no nos quedemos dormidos en nuestra comodidad y en el miedo al cambio, y nos demos cuenta que no todo lo que “ha sido siempre así” debe necesariamente tener que seguir siendo así.

La jóvenes feministas, con su forma transgresora de expresarse, están poniendo en primera fila, su búsqueda de igualdad y libertad respecto de los derechos reproductivos, que independiente cual sea nuestra postura al respecto y cuánto nos perturbe, es un hecho que la maternidad implica, aun en el siglo XXI, una responsabilidad ineludible y permanente mucho más a la mujer que al hombre, y que enfrentarla en la precariedad, el maltrato, la violación o el riesgo biológico, es una cuestión que merece ser analizada con sensatez, y sin histeria religiosa.

Sin embargo, todos estos temas que he detallado en un pincelazo, que son el objeto y base de la lucha feminista, pues más detalles pueden ver en mis columnas al respecto acá en www.poderyliderazgo.cl, no tienen un color político, no tienen nada que ver con el Capitalismo, el Comunismo a cualquier otro sistema político y sus luchas partidistas, asimismo NO implican de manera alguna odio a los hombres ni a la heterosexualidad, ni a la maternidad, ni a la familia, ni a la femineidad.

De hecho, es mi opinión que el Capitalismo ha permitido que muchísimas mujeres puedan liberarse del yugo de hombres abusivos, y de a poco ser dueñas de sus destinos, mediante el emprendimiento individual. Asimismo es mi opinión,  que rechazar la feminidad y las características especiales de las mujeres, como la dulzura, la generosidad y la comprensión, que nos hacen fuertes y valientes, pero no en la valentía agresiva tradicionalmente masculina, sino que en la valentía de enfrentar las vicisitudes de la vida con determinación, rechazar esas cualidades nuestras, es una actitud machista, preferir verse y comportarse como hombres, es una actitud machista, no quieres ser madres es una actitud machista, pues en vez de admirar y enaltecer lo que somos como mujeres, lo valioso y potente que es ser mujer, se trata de emular a los hombres, como si ellos fueran superiores.

Y por último, estos pasos que hemos dado, como mujeres, impulsadas por grandes mujeres feministas de antaño, no ha dejado de tener algunos hombres visionarios, que comprendieron la potencia y valor femenino, y nos ayudaron a lograr concretar los cambios y mejoras a la fecha. Insuficientes, si, pocos, no. Hemos avanzado y cambiado una realidad de siglos en unas pocas décadas, con el apoyo de algunos de nuestros padres, amigos, esposos, hijos y compañeros.

En este 8 de marzo, seamos feministas, amando ser mujeres, con todas nuestras singularidades que nos hacen tan valiosas sin odios que nos sesguen y luchando con respeto pero con firmeza y sin claudicar, por la búsqueda de respeto real y no aparente, de igualdad en la valoración y las oportunidades que merecemos, pues somos fuertes, dignas y merecedoras.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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1 comentario

  1. Rafael Abu-Saif Riadi Mahias on

    Interesante. Probablemente una feminista que hoy lidera movimientos feministas en las universidades y en la calle diría que defiendes definitivamente el patriarcado heteronormativo capitalista opresor.

    El problema del “feminismo” en su intención y concepto es que no es único y representativo. Existen tantos feminismos como número de mujeres en el planeta. Y es que el feminismo en sus diversas manifestaciones suelen a menudo contradecirse unas a otras.

    Tomar al feminismo o “la demanda de las mujeres” como una generalización supuestamente obvia es, a mi modo de ver, una falacia común entre quienes tienen una agenda política en la que intentan agregar una masa de seguidores inexistentes.

    Otros ejemplos de lo que expongo se da en otros contextos como el religioso, surgiendo conceptos descabellados e incluso falaces, como en el caso del sionismo que pretende representar a todos los judíos del mundo, así un judío que se declara anti-sionista, es considerado entre los sionistas un “judío anti-semita” o “self-hater jew”.

    El mismo tipo de trato, apelativo y epítetos he observado entre las mujeres con distintos conceptos del feminismo.

    Por último, que yo me defina:
    – En contra de cualquier agresión arbitraria en contra de cualquier persona
    – En contra de la violación sexual o psicológica de cualquier persona
    – En contra de la opresión laboral y/o estatal hacia cualquier persona
    – A favor de que la mujer decida sobre su cuerpo, no solo los primeros meses de vida sino durante todo el embarazo!!
    – En contra del acoso de cualquier tipo hacia cualquier persona
    – A favor de que todos tengan exactamente los mismos derechos políticos y sociales independiente del genero, religión, raza o pensamiento político (lo que me hace estar en contra de las cuotas de genero, por supuesto).

    … definiciones propias de una persona que se define integralmente como liberal, no me hace feminista… Me hace pro-humano.