Por: Andrés Segovia. Business Development Manager de InterSystems Chile
Han pasado más de dos años desde que la salud en el país y a nivel internacional se ha visto golpeada por la pandemia. Para los centros sanitarios, las prioridades cambiaron completamente, donde las cirugías se vieron postergadas y las listas de espera aumentaron considerablemente. En efecto, según los datos presentados en la Cuenta Pública, actualmente hay más de 330 mil cirugías pendientes, por lo que es es necesario tomar acciones al respecto.
La reducción de las listas de espera es el principal objetivo y el centro de atención para el segundo semestre del 2022, sin embargo, resolver la lista de espera pareciera no ser posible sin el apoyo de la tecnología.
Primero, porque permite eliminar la fragmentación de los sistemas de información, disminuyendo así los tiempos de confirmación diagnóstica y la repetición de exámenes, procedimientos y tratamientos farmacológicos.
Segundo, es fundamental integrar al sector privado en la discusión, no solo porque puede ayudar a partir de la infraestructura disponible, sino porque integrando los sistemas de información se puede identificar a aquellos pacientes que ya resolvieron sus problemas médicos y que aún se mantienen en la lista de espera pública.
Un dato relevante es que Chile es uno de los países con mayor gasto de bolsillo en salud a pesar de que cerca del 60% de la población está cubierta financieramente, esto significa que los pacientes están resolviendo los problemas de salud fuera del sistema público.
En efecto, en salud no podemos ver la tecnología solo como Ficha Clínica, ERP o Sistemas de Contactabilidad, la tecnología de interoperabilidad actualmente disponible en el país nos permite aportar a la reducción de listas de espera mediante la implementación de estrategias de flujo de infomación automatizados y con un objetivo claro, mejorar el acceso a la salud por parte de la población.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.