[Opinión] La productividad en Chile, un pendiente en cuanto a propuestas de solución

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Por: Carlos Manríquez B. Founder & Chief Product Officer de Codify


En la actualidad, la productividad es un tema de gran relevancia para las empresas y para las autoridades, ya que esta mide la eficiencia de un país ofreciendo una medida de crecimiento económico, social, competitividad y aumento en la calidad de vida de las personas.  Según cifras de la OCDE y BCG, esta se ha frenado en el mundo desde el 2.000 en adelante y un factor crítico que lo explica es el descalce organizacional. Esto ocurre cuando la estructura de la organización no da el soporte para el cumplimiento de los objetivos y cuando los perfiles y cargos de cada trabajador, no son los adecuados.

Este descalce afecta al 40% de la fuerza laboral mundial (alrededor de 1.300 millones de personas), en donde Latinoamérica se ve afectada con más de 82 millones de personas. Brasil con un porcentaje de desajuste del 40%, Chile con un 45%, Argentina por sobre el 47% y México con un 50%. A nivel de ránkings y números, Chile ocupa el puesto número 36 entre 39 países vinculados a la OCDE, en relación a productividad por hora trabajada, superando sólo a Costa Rica, México y Sudáfrica.

Pero ¿Cómo realmente logramos eliminar esta brecha y superar este descalce para mejorar la productividad en Chile?  La base del problema en cada organización es difícilmente identificable por sus líderes, sumado a que no existen herramientas de gestión que lo aborden. En general las tecnologías que podrían dar solución a esta problemática están enfocadas en automatizar procesos, en una capa diagnóstica, pero no abarcan la capa más estratégica de la gestión organizacional.

Independientemente de la digitalización, las empresas han tratado de mejorar este indicador, pero con la intuición entrenada basada en la experiencia y no en datos.

En este contexto, han nacido nuevas tecnologías de Recursos Humanos con el desafío de digitalizar y automatizar los procesos operativos de gestión de personas, pero no dando solución a mejorar los índices de productividad en las organizaciones.

En la actualidad, las tecnologías de recursos humanos hemos ido avanzando, con el objetivo de alinear la estrategia con su estructura organizacional y la expertise de las personas que la componen, basándonos en analítica de datos, para aumentar la productividad organizacional y mejorar el descalce a nivel nacional.

Algunas funcionalidades relevantes que aportan estas nuevas tecnologías, para eficientar la gestión organizacional, son detectar inequidades salariales internas, evaluar la competitividad en relación a los sueldos de los trabajadores con respecto al mercado y medir la probabilidad de éxito de una persona en una función particular dentro de la organización. Parte de estas funcionalidades son el camino para una mejor toma de decisiones estratégicas basada en datos, dejando de lado la intuición entrenada, y que apuntarán a mejorar los índices de productividad, generando un impacto positivo en su crecimiento y desarrollo del país.

Según la OCDE, BCG y Harvard Business Review si las empresas mejoran el descalce organizacional, éstas podrían aumentar 250% la productividad individual, aumentar la productividad organizacional entre un 10% y 15%, recuperar un total de hasta USD 5 trillones al año en resultados empresariales e incrementar el engagement de los colaboradores. Cifras que se ven llamativas, teniendo en cuenta el escenario económico actual del país.

Para el 2023 se viene un escenario complejo, en donde Chile y el mundo se van a enfrentar a una situación económica incierta.  El desafío que existe es claro y la respuesta es sólo una: el aumento de la productividad, un tema recurrente como diagnóstico, pero pendiente en cuanto a propuestas de solución a nivel de políticas públicas, ya que es necesario que se generen espacios pertinentes para dar visibilidad a las nuevas tecnologías que si estamos dando solución a esta problemática.

Al ser la productividad el principal promotor de los índices de calidad de vida y acortamiento de brechas de equidad a nivel mundial, resulta indispensable tomar medidas al respecto, y que los aumentos de este indicador constituyan uno de los temas centrales de la política económica nacional.

Por otro lado, las organizaciones tienen que atreverse a utilizar las nuevas innovaciones digitales que brindan soluciones para mejorar las prácticas globales en capital humano, optimización en la asignación de recursos y mejorar las estructuras organizacionales para que puedan estar alineados con la estrategia del negocio. Estos son algunos de los factores que se deben empezar a tomar en cuenta, ya que solo así podremos avanzar en lograr una agenda más ambiciosa para el país, y dar paso a un Chile más productivo, con mejores inversiones y oportunidades.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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