Por: Gabriel Vera. CEO de Wited
La educación está pasando por una crisis de la que poco se habla, ¿Por qué los niños ya no leen? Aquí te contamos los motivos y te brindamos algunos consejos. El mundo educativo enfrenta una dura realidad, y es que los niños ya no leen, o al menos no como deberían cuando cursan sus primeros años de estudio. Pero, ¿qué está ocurriendo?, ¿Han perdido su amor por la lectura?, ¿Cuál es el factor principal?
La conclusión generalizada es que la culpa la tiene la pandemia. En cierto sentido, las secuelas de los encierros ya están empezando a aparecer en la educación: ahora que la mayoría está regresando a clases presenciales, profesores, padres y apoderados han notado lo atrasados que están los estudiantes respecto de la lectura.
¿Es que los niños olvidaron leer y escribir durante la pandemia de covid-19?
Un artículo de BBC News Mundo (2021) afirmó que esto es cierto y denominó a ese grupo “la generación perdida”, debido a las complicaciones para desarrollar aprendizaje. Naciones Unidas señaló en un informe que cerca de mil millones de menores alrededor del mundo están en riesgo de tener una “pérdida de aprendizaje” significativa a causa de las interrupciones en la asistencia a la escuela durante la pandemia del coronavirus.
Sin embargo, en 2019 ya estábamos en medio de una crisis de aprendizaje, puesto que el 53% de los niños que terminaban la etapa primaria en América Latina y el Caribe no podía leer ni entender un simple texto. Estas lamentables cifras nos hacen cuestionarnos nuevamente cuál podría ser la verdadera razón.
A pesar de que la lectura mejora la comprensión, análisis y posibilidades de conocimiento en el ser humano, desafortunadamente los libros ya no son algo cercano para niñas, niños y adolescentes, ya que no tienen el hábito de leer como solía ocurrir antes. La lectura no convence a las nuevas generaciones.
De acuerdo a una encuesta realizada por la Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP, por sus siglas en inglés), organización que elabora periódicamente el Boletín de Calificaciones de estudiantes estadounidenses, la cantidad de niños entre 9 y 13 años que leen constantemente por placer ha disminuido.
Esta situación es muy preocupante por diversos factores. Uno de ellos y el más importante es que los niños que se divierten leyendo y lo hacen por placer todos los días, son los que obtienen mejores resultados en sus evaluaciones de lectura, según la Asociación Estadounidense de Bibliotecas.
Leer por placer no es lo mismo que hacerlo obligado. Los niños tienen un nivel de concentración más bajo y su mente siempre está dispersa pensando en cuál será el próximo juego o qué harán en la tarde con sus amigos. Por eso es necesario que vean la lectura como algo positivo y entretenido.
Algunos consejos para empezar a modificar esta conducta apuntan a que leer no debe ser una obligación, pues esto hará que pierdan interés en la lectura. Inculcar que los libros son la puerta de entrada a conocimientos, diversión, fantasía y entretenimiento es crucial
Un error común de muchos padres y apoderados es adquirir libros que les gustan a ellos, porque el hijo de un amigo lo leyó o porque era lo que leían cuando eran pequeños. Una buena herramienta es disponer de un espacio de lectura en algún rincón acogedor y accesible del hogar; que puedan tomarlos sin necesidad de que los ayudes.
Dar el ejemplo es fundamental. Si le pides a tus hijos que lean porque es lo mejor para ellos, debes ser ejemplo. Los niños imitan todo lo que ven y tus hijos siempre te verán como un ejemplo a seguir.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.