[Opinión] Los objetivos de la agenda 2030, ¿un compromiso real de todas las empresas en LATAM?

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Por: May López. Directora de Desarrollo de Empresas por la Movilidad Sostenible


Desde septiembre de 2015, La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se ha ido convirtiendo paulatinamente en una de las prioridades de empresas y entidades gubernamentales a nivel global. Según el informe ‘The Sustainability Yearbook’, de las 7.554 compañías destacadas por su desarrollo a las empresas que fueron más sostenibles durante el 2022, 24 de ellas son chilenas, 16 colombianas, 5 peruanas, México se suma con 10 y Argentina con tan solo una.

El propósito de ser una empresa comprometida con la Agenda 2030, no solo es un tema de convicciones o determinaciones internas, ya que cada país, cuenta con leyes, incentivos y regulaciones que les exigen a las organizaciones la integración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en las estrategias de cada una, esto implica la identificación de metas e indicadores que permiten realizar el seguimiento y mejora de la contribución de las organizaciones a los objetivos globales.

Algunas de las razones por las que las empresas no logran vincularse activamente al cumplimiento de este movimiento global, persiste en el desconocimiento de los ODS y los beneficios que tiene llevarla a cabo. También afecta la falta de incentivos directos o indirectos para su integración, y a esto se suma que muchas de ellas tienen ausencia de recursos para su implantación y desarrollo de acciones asociadas.

A pesar de esto cada vez son más las organizaciones comprometidas con esta iniciativa. De hecho, el 58,5% de las empresas encuestadas en el estudio “II Observatorio de la Sostenibilidad en Iberoamérica” de EAE Business School, consideran que la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) ha adquirido una mayor importancia en todos los sectores y un 61,8%, es impulsa desde un área específica.

En Latinoamérica, adoptar estas iniciativas se ha convertido en uno de los objetivos más importantes el 63% de las grandes empresas muestran interés por la RSC, hoy en día impactan pensando en la gestión ambiental, la social y el buen gobierno.

Para que una empresa se vincule activamente en el cumplimiento de La Agenda 2030, debe partir por conocer las expectativas de sus stakeholders, y así diseñar una propuesta de valor equilibrada para todos. También debe realizar un análisis de materialidad, y de riesgos, que ayudará a la organización a comprender su impacto e identificar las acciones ASG que demandan sus grupos de interés y evaluar la repercusión en el desarrollo del negocio. Además, es importante que las organizaciones aprendan a priorizar internamente los ODS con base a su campo de acción.

Uno de los ODS que más inquieta para su cumplimiento a nivel global en los próximos tres años es el de la “Energía Asequible y no contaminante”.  Esto se puede justificar por la situación geopolítica que afecta al incremento del coste de la energía y del compromiso de descarbonización del modelo energético y productivo. Circunstancias que están colocando en situación de riesgo a muchas cadenas de suministro y por ende a las organizaciones que deberán de adaptarse a los nuevos requisitos y entornos.

En cuanto a los objetivos que más se vienen asimilando por parte del sector privado en Latinoamérica, encontramos que el ODS 17, relacionado con establecer un ecosistema de alianzas, clave para la consecución de los objetivos en tiempo, extensión y forma.

El ODS 3, como consecuencia de la situación generada tras la aparición del COVID-19, figura “Salud y Bienestar” son los más importantes en dicho sector.

El ODS 4 “Educación de calidad” viene figurando en un tercer lugar, este es clave para la consecución de esta Agenda 2030 y los ODS; y por último el reto al que se enfrentan las organizaciones frente al incremento del GAP entre perfiles profesionales disponibles y puestos vacantes sin cubrir.

El reto al que se enfrentan las diferentes organizaciones es poder identificar los objetivos claves sobre los que pueden, no debe, actuar, además de crear métodos para cuantificar cómo contribuyen y medir su evolución, porque esto una oportunidad para cooperar y aliarnos a mejorar la situación actual y garantizar un desarrollo sostenible global.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo. 


 

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