Por: Paola Arellano. Directora ejecutiva de Red Universitaria Nacional (REUNA)
Chile tiene todo para convertirse en una plataforma de clase mundial para el desarrollo científico. Es precisamente bajo esta premisa que en REUNA estamos trabajando intensamente para que cada universidad y centro de investigación en el país cuente con las condiciones tecnológicas óptimas, que le permitan colaborar, interactuar y, por sobre todo, ser protagonistas de ambiciosos proyectos de alcance global.
El próximo 16 de abril, junto a cinco de nuestras universidades socias, vamos a lanzar la segunda etapa de la nueva Súper Carretera Digital para Investigación y Educación, que da pasos de gigante para unir desde Arica hasta Puerto Montt con tecnología óptica, iluminada inicialmente en 100 Gigabits por segundo y con un potencial de crecimiento ilimitado.
El primer tramo Santiago-La Serena (Cerro Pachón), que inauguramos el año 2018, fue impulsado por los observatorios astronómicos norteamericanos que, en constante evolución para “absorber” el universo y responder las preguntas fundamentales de la humanidad, nos llevaron hacia una nueva era tecnológica, con redes capaces de hacer frente a demandas donde el concepto de Big Data Science es realmente BIG. Y ese fue sólo el primer paso; ahora estamos expandiendo esta nueva red a otros centros del conocimiento, hacia el sur de Chile, donde vamos a alcanzar a núcleos de investigación en áreas como oceanografía, glaciología, sismología, geología, física, biodiversidad, inteligencia artificial y telesalud.
Con este nuevo salto, llegamos a un total de 1.650 km, equivalentes al 50% de Chile continental. De esta forma, nuestro país se ubica a la vanguardia en Latinoamérica en conectividad de alta calidad para investigación y educación. Además, este hito consolida un nuevo modelo de colaboración entre ciencia y empresas, a través de REUNA, gracias a la alianza establecida con el Grupo DATCO, lo que abre oportunidades para la innovación y el desarrollo tecnológico en regiones.
Con un cuarto de siglo de trayectoria en el cuerpo, desde que REUNA naciera como un proyecto Fondef de CONICYT, nos queda claro que hacer investigación en lugares como Arica, Antofagasta y Punta Arenas implica dificultades que una carretera digital contribuirá a solucionar. Y es que la conectividad dejó de ser un lujo y se convirtió en una necesidad de primera línea para todos los centros de desarrollo de conocimiento, independiente de su ubicación geográfica. Con esto en mente, estamos trabajando arduamente para que todas las regiones puedan explotar al máximo su potencial y transformarse en polos de desarrollo científico y tecnológico de clase mundial.
Este ambicioso proyecto continuará el segundo semestre de este año, con la implementación del tramo La Serena-Antofagasta, y en 2020, seguirá con Temuco-Puerto Montt, donde estará listo para integrarse a la iniciativa de Fibra Óptica Austral del Gobierno de Chile, que unirá digitalmente el país. Y queremos ir más allá; nuestro sueño es conectar la Antártica, uno de los polos de desarrollo científico más importantes a nivel global.
Todo este esfuerzo a nivel nacional tiene su correlato internacional. Estamos trabajando en conjunto con las Redes Académicas de América Latina, lideradas por RedCLARA, para fortalecer las interconexiones entre los países del continente, y de éste con el mundo, gracias al esfuerzo mancomunado con nuestras contrapartes en Europa, en el proyecto BELLA (Building Europe Link to Latin America).
Porque sabemos que las tecnologías están haciendo que el mundo experimente trasformaciones fundamentales en todos los ámbitos, nuestro compromiso es promover y facilitar la colaboración mediante las TIC, honrando nuestra misión e impulsando el desarrollo de Chile.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.