Por: Carlos Cantero O. Dr. en Sociología. Director del Centro Laico de Estudios Contemporáneos – Chile
El 25 de octubre del año de 1938, Pedro Aguirre Cerda era elegido Presidente de Chile, con un 50,26% de los votos, bajo la inspiración de su visionario y pertinente lema: “Gobernar es educar”. Su programa era fundamentalmente laico, centrado en la lucha por las libertades: individuales, de prensa, de asociación, de agrupación y reunión. Fue un visionario.
La trayectoria de vida de Pedro Aguirre Cerda, constituye un referente de movilidad social, de inteligencia y compromiso para enfrentar desafíos. Nace en Pocuro, una pequeña comunidad rural próxima a Los Andes. Por la temprana muerte de su padre, vio el ejemplo de lucha, superación y entrega de su madre-viuda que lidió para criar once hijos, en difíciles condiciones socio-económicas.
Desde la Escuela Pública de Calle Larga, avanzó al Liceo de San Felipe, donde logró la formación necesaria para seguir avanzando. Con esfuerzo y convicción logro titularse de profesor de Castellano, en el Instituto Pedagógico de Santiago (1900), cuatro años después se tituló de abogado en la Universidad de Chile, lo que constituye un testimonio de su capacidad, esfuerzo y compromiso para surgir. De paso pone de relieve la portentosa relevancia de la Educación Pública. En su memoria de abogado (1904) ya anuncia su compromiso con la educación, el título fue “La Instrucción Secundaria en Chile”. Su ejemplo de vida pone de relieve la importancia del respeto al mérito y el apoyo al estudiante meritorio, que le permitió la superación, cuestión que Chile debe recuperar.
Aguirre Cerda siguió dando pruebas de su vocación, ejerciendo como profesor en la Escuela de Suboficiales del Ejército, en el Liceo Barros Borgoño y en el Instituto Nacional. Además, fue profesor universitario y Decano de la Facultad de Industria y Comercio en la Universidad de Chile. Fue dirigente gremial ejerciendo la Presidencia de la Sociedad Nacional de Profesores.
En Francia hizo estudios de perfeccionamiento en economía política, derecho administrativo, y legislación social. Su otra pasión estaba también en la cuestión pública, tempranamente participó en la política, militando en el Partido Radical, del cual fue presidente nacional, ejerció como Ministro en diversas carteras y con distintos Presidentes, fue además, Diputado y Senador. Lo que da cuenta de un espíritu resuelto, volcado a los desafíos, con vivo compromiso por lo público. En Europa tuvo una temporada forzada y otra por desafíos educacionales y profesionales, siempre sumido en múltiples frentes y pleno de actividades. Escribió sus ideas legándolas en libros como “El Problema Agrario”, “El Problema Industrial”.
Su legado político marcó hitos históricos y abrió un exitoso período de presidentes Radicales. Destaca su compromiso por impulsar la educación en Chile, la acción reivindicativa y geopolítica en torno al territorio Antártico. Para enfrentar la destrucción del terremoto de Chillán, creó la Corporación de Reconstrucción y Auxilio, también creó la Corporación de Fomento de la Producción, lo que dio un poderoso impulso al proceso de industrialización, potente huella que fue la base del desarrollo del país: Plantas eléctricas, Siderúrgicas, procesamiento de materias primas, modernización de la agricultura y la minería.
Pedro Aguirre Cerda es un referente de Servicio Público para la política de hoy.
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