Por: Carlos Cantero O. Geógrafo. Dr. en Sociología. Académico, conferencista, asesor y consultor. Estudia la Sociedad Digital
En la sociedad actual el capitalismo está asociado a la vigilancia digital, algoritmos que nos monitorean constantemente y se apropian de datos, millones de datos personales, muchas veces sin nuestra autorización o, en otras ocasiones, con autorizaciones en las que no somos conscientes de todo el alcance que ello implica, por ejemplo al aceptar la cookies de un sitio.
La comunidad de inteligencia artificial, la sociedad científico-digital y los desarrolladores de las TIC (tecnologías de información y comunicación), son quienes, de verdad, están configurando el mundo y la sociedad. Los políticos van a la saga y la élite cultural está muy retrasada, hay ignorancia de los alcances que tiene la inteligencia artificial, los datos personales, la Big Data y Blockchain, incluso en los países desarrollados.
Eso explica los graves eventos de ciberseguridad ocurridos a todo nivel público y privado, nacional y global. La importancia del tema se aprecia en la neo-guerra fría, específicamente en dimensiones como: la carrera espacial y todas las implicancias geopolíticas que implica; el ciber-espectro radioeléctrico, en el que se desarrolla todo el mundo digital; y, el ecosistema terrestre donde está el hábitat, los alimentos, el agua y los minerales. Eso explica las tensiones observadas entre China, EE.UU, Europa y Rusia, además de otros bloques geoeestratégicos.
La virtualización, automatización o robotización, alcanza todas las dimensiones de la vida social, abriendo coyunturas y, al mismo tiempo, limitando otras dimensiones en las personas, por ejemplo, restando puestos de empleos, pero también abriendo oportunidades de complementación. La llegada del 5G permitirá acceso a una tecnología, al menos, 10 veces más rápida que el 4G y sus capacidades son 100 veces superiores. Esto implica una revolución de la conectividad, accesibilidad, centralidad y proximidad, en las más diversas tareas, simples y complejas, de las personas y las cosas, en lo público y lo privado.
Esta profunda revolución está articulando una gran cambio en los tres elementos constitutivos de la Adaptabilidad a la Sociedad Digital: el hardware que son los fierros, los equipos y las redes; el software, es decir los programas y algoritmos; y el humanware, que es el cambio cultural, ético y legal, que influye la capacidad y usabilidad de las personas, organizaciones y empresas. Esto requiere el apoyo de políticas públicas. El gran desafío del 5G tiene que ver con la cobertura, la calidad, compatibilidad y precio del servicio y los procesos de adaptabilidad a la sociedad digital, que representa un gran desafío sistémico.
Estas definiciones están determinando las neo-desigualdades sociales y económicas, se requiere una masiva toma de consciencia sobre estos temas, abrir amplios, responsables y transversales procesos de diálogo, para conseguir consensos que eviten estas graves asimetrías. Además, emergen profundos desafíos éticos. El Estado requiere atender estos desafíos.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.