Por: Rolando Cáceres. Constructor civil UC, fundador y CEO de Builder
El rubro de la Construcción concentra el 63% de la inversión nacional y es el sexto empleador en el país, con 728 mil ocupados. Sin duda, se trata de un sector muy importante para la economía local. Cada obra puede llegar a tener unos 300 trabajadores de manera simultánea realizando diversas labores durante unos 18 meses, en promedio. Hablamos de personal de alta rotación que es costoso y difícil de manejar. Esa carga, de hecho, representa hasta el 50% del presupuesto de un proyecto y administrarla no es nada simple, muy por el contrario.
De ahí la urgente necesidad de digitalizar esa gestión. Efectivamente, las tecnologías de la información, TI, pueden ser un gran aliado para ese propósito, por ejemplo, a través de una plataforma especializada, fácil de usar y que permita un control preciso de la mano de obra, así como la visualización de cada proceso para los equipos directivos y provea diversas herramientas para el día a día en una obra, como control de acceso y/o protocolo por Covid-19, entre muchas más.
En esta área, una sola decisión tomada a tiempo puede ahorrar millones de pesos y eso solo se puede conseguir con una solución capaz de incorporar las mejores prácticas de la industria, reunidas en una sola plataforma para acceder a herramientas simples de operar y con un alto desempeño en la generación de información, clave en la toma de decisiones.
En efecto, si se puede identificar con precisión cuántas personas trabajan en qué proceso cada día y cuántas horas efectivas se realizan, teniendo un control preciso del recurso humano, de cada proceso crítico y del avance de un proyecto, es posible optimizar la gestión e, incluso, en el largo plazo, aumentar la productividad, pues se pueden manejar contingencias de mejor manera así como proyectarse de acuerdo al ritmo que se lleva y realizar una mejor dirección de los recursos. Asimismo, esa eficiencia puede también redundar en importantes ahorros que pueden llegar a los tres mil dólares mensuales.
Ciertamente, implementar tecnología para mejorar la gestión no es fácil. Es un proceso que implica un acompañamiento permanente, trabajar el temor al cambio, educar en el buen uso de las TI y aprender a elegir a un proveedor calificado y experimentado, que hable el mismo idioma, que de verdad conozca la problemática del rubro y que la pueda resolver de manera rápida, simple, segura y eficaz.
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