Por: Benjamín Toselli. Presidente ejecutivo de IT Hunter
Entendida como una serie de cambios que buscan, mediante las tecnologías, reinventar una organización- actuando sobre sus procesos, activos y productos o servicios- y aumentar su eficiencia, competitividad y capacidad para detectar nuevas oportunidades de negocios en el tiempo, la transformación digital es una realidad que impone hoy varios desafíos a los profesionales y ejecutivos del mundo tecnológico.
La pandemia del Covid-19 vino, sin duda, a acelerar este conjunto de transformaciones, no sólo en las grandes compañías, sino que también en las PYMES, lo que elevó la demanda de profesionales tecnológicos en Chile, y el mundo. Esta necesidad de capital humano especialista en las TIC se mantendrá en los próximos años, dado que el fenómeno de la transformación digital seguirá expandiéndose, y debido al auge de la Inteligencia Artificial y el Metaverso. Sin embargo, una de las grandes problemáticas actuales es la falta de tales perfiles “tech”. De acuerdo a nuestras cifras, existe un déficit promedio al año de más de 10 mil profesionales tecnológicos en el país.
Asimismo, los sectores que más han avanzado en los cambios digitales hasta el momento son Telecomunicaciones, Banca, Salud, Logística, Retail y Servicios, los cuales junto con hacer una fuerte inversión en tecnologías han realizado grandes esfuerzos en materia de innovación. Esto se traduce en el fomento permanente de una cultura abierta a los cambios y a la adopción de tecnologías para ser aplicadas en los diferentes procesos, relacionamiento con clientes y proveedores, y/o en la manera en que se visualizan los nuevos negocios.
No obstante, debe existir una real necesidad de cambio que involucre a toda la organización en cuestión, pues la transformación digital conlleva un cambio cultural impulsado por los equipos profesionales y la tecnología, combinados con una total conciencia y planificación. Asimismo, a través de la tecnología se deben producir transformaciones que aporten beneficios concretos, tanto en lo económico como en lo social. Hoy, la idea no es aplicar tecnología porque los proveedores lo indiquen, si no en función de lo que realmente necesita una empresa o institución.
Bajo esta realidad, algunos desafíos que la transformación digital está imponiendo a los profesionales y ejecutivos TIC son:
- Ser innovador. Es decir, buscar permanentemente aquello que sea nuevo y distinto a lo que existe hoy, ya sea en la forma de hacer las cosas (procesos) o en relación a un producto o servicio que se quiere ofrecer.
- Tener tolerancia a los cambios. Conlleva que el talento cuente con la capacidad de adaptarse rápidamente a las transformaciones, no sólo llevadas a cabo al interior de una organización, sino que también aquellas que tienen lugar afuera de ella (Ej.: cambios legales, ambientales, sociales, etc.).
- Visión actualizada de las tecnologías. Conocer de cerca las principales tecnologías y tendencias en materia de IoT, IA, Cloud, Big Data, Metaverso, etc., así como el hecho de usarlas para elevar la productividad y la eficiencia resultan clave en la actualidad.
- Manejar metodologías ágiles. Es decir, aquellas metodologías orientadas a garantizar entregas continuas y rápidas dentro de un proyecto, el cual es dividido en partes para así acelerar su implementación y hacer más fáciles las correcciones al interior de ellas.
- Capacidad de analizar el entorno. Habilidad para leer las señales del medio ambiente y detectar las tendencias emergentes que marcarán la pauta en una sociedad que es globalizada y cambiante.
- Desarrollar habilidades blandas. Liderazgo, trabajo en equipo, empatía, comunicación eficaz, etc. son algunas condiciones que se exigen hoy en día a los profesionales y ejecutivos tecnológicos.
Finalmente, también es importante Dominar el inglés, pues la mayoría de las tecnologías vienen en ese idioma. No manejarlo puede hacer que un talento se auto margine y, por ende, pierda muchas oportunidades laborales y de crecimiento.
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