Por: Guillermo Moya. Gerente general de NTT en Chile y Argentina
Nos encontramos en la era de las grandes promesas, donde los gobiernos y las grandes corporaciones nos estamos comprometiendo a reducir nuestra huella de carbono e impacto ambiental con el fin de ayudar a frenar la crisis climática. Tratando de buscar sinergias entre todos, la tecnología ha ayudado a que las organizaciones avancen hacia un mejor futuro: a innovar, a competir, a construir planes de negocios sostenibles en el tiempo, y una digitalización que se ha visto acelerada por la pandemia.
Y si bien estamos frente a avances tecnológicos, aún queda por hacer en términos de convertir la industria en una más respetuosa con el medioambiente. Para eso es clave que, como actores del sector, logremos las metas Net Zero y aumentar nuestra circularidad para generar un impacto social y ambiental positivo. Sobre todo, considerando que los equipos y dispositivos informáticos aun suponen una parte importante de la huella de carbono y producción de residuos en el mundo.
En esa línea, es clave que -como sector- ubiquemos la economía circular al centro para prolongar la vida útil de los activos informáticos, además de aumentar nuestra capacidad de crear soluciones digitales en sintonía con las exigencias de la ciudadanía que está ávida de soluciones más sostenibles.
Al respecto, un estudio desarrollado por GFK Chile a fines del 2022 determinó que el compromiso ambiental se posiciona como un potencial deseable de consumo entre los chilenos, donde un 74% declara que si una marca se hiciera responsable de su impacto ambiental compraría más de sus productos. Por eso, dejemos de entender la sustentabilidad como una tendencia, pues más bien es un punto de partida en la toma de decisiones que son cada vez más basadas en la ética y responsabilidad.
Bajo esa perspectiva, al igual que todas las industrias, la clave está en concentrarnos en nuestro core business, pero sin dejar de lado dichas exigencias. De hecho, quizás presenta nuestra mayor oportunidad para tener un impacto positivo a través del trabajo que hacemos con nuestros clientes, proveedores y partners, ayudando sus organizaciones respectivas a impulsar la sostenibilidad y apalancar su rendimiento empresarial de la mano de servicios inteligentes.
Para aquello, será imperativo seguir innovando en servicios de Internet de las Cosas (IoT) para dar con una gama de capacidades de gestión de energía, residuos y agua para ayudar a que reduzcamos nuestras emisiones de CO2 y nos ayudemos a conservar recursos sin afectar el rendimiento. Si hoy estamos frente a la era de grandes cambios, eso nos exige forjar alianzas para que, en conjunto, encontremos soluciones en sintonía con estas demandas, pero a la vez también creemos empleos de calidad para asegurar un futuro tecnológico sustentable y sostenible en el tiempo.
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