Por: Luis Herrera Thomas. Presidente CChC Arica
La estrategia de desarrollo regional indica que somos una zona turística, agrícola y logística/servicios, pero en lo concreto ¿qué tan cierto es eso? ¿tenemos una industria que satisfaga, apunte y trabaje estos ejes? Me parece que la respuesta es un NO y tajante, incluso sabemos que solamente el 5% del gasto de Arica y Parinacota va asociado a estos temas.
Durante años nos vanagloriamos que tenemos una región turística, con hermosas playas, pero en lo concreto están descuidadas, con infraestructura vieja, de hace 20 años y sin una oferta que potencie nuestros balnearios, asociados a un plan de gestión de desarrollo. Menos pensar en un relato que encadene el borde costero desde el humedal hasta Anzota, donde se practique surf, triatlón o ciclismo.
Decimos ser logísticos, pero nuestro puerto mueve una carga pequeña y en gran medida de origen boliviano (80%, aproximadamente), además nuestras carreteras y calles no soportan el tránsito de camiones, los que entorpecen diariamente el quehacer de nuestra ciudad, si queremos potenciar la logística hay que solucionar el conflicto vial.
Decimos ser agrícolas, pero no logramos concretar proyectos que aumenten la independencia hídrica, es verdad se está construyendo el Chironta, pero aún falta levantar el Livilcar o mejorar el Umirpa. También se debe terminar con el anhelo de depredar los valles que tienen una vocación productiva de frutas y verduras, para así potenciar este sector industrial.
¿Conclusiones? no es correcto que los servicios públicos sean uno de los sectores regionales más relevantes, eso se debe revertir en favor los ejes expuestos; tenemos un presupuesto regional de 32 mil millones (extremadamente bajo), soñamos con multiplicarlo, pero no sabemos cómo gastarlo, falta enfocarnos y destrabar los nudos burocráticos. Recordar que apenas alcanzamos el 0,7% del PIB, la segunda más baja del país.
Falta tanto por hacer, pero hoy es el momento de dejar de soñar, dejar de ser una región de papel y concretar, porque Arica y Parinacota lo construimos todos.
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