En entrevista con su director, Gabriel Carvajal Valle, en el marco de la edición N°100 del medio de comunicación de Illapel, conocimos el esfuerzo, pasión y profesionalismo que implica hacer periodismo en provincias
Cercana y lejana a la vez, así es Illapel, una ciudad donde aún se conservan antiguas casonas en su casco histórico, pero que se mezclan con modernas áreas verdes, calles llenas de historia, pero en especial, una zona caracterizada por una comunidad orgullosa de su identidad, y donde todos tienen un espacio para aportar al desarrollo local. Así es Illapel, y eso muy bien lo sabe Gabriel Carvajal Valle, director del periódico Norte Chico, el cual está festejando la edición número 100 del medio de comunicación semanal.
En entrevista con Poder y Liderazgo, quisimos no solo conocer la historia de uno de los grandes en las letras, sino al hombre que apostó por un sueño y que lo ha ido cumpliendo, ganándose el respeto de la comunidad que encuentra en este medio,un aliado de la información y un ícono del periodismo local.
Con solo 38 años de edad, Gabriel Carvajal ya puede dar cátedra sobre periodismo, desde el institucional, pasando por el gubernamental, hasta el político, pues ha sido el impulsor de varios medios de comunicación con miradas regionales. Hoy además dirige www.centrodenoticias.cl
“Norte Chico celebra sus 100 ediciones, que no son pocas, quizás para otros sí, pero para este equipo, que decidió dar la vuelta larga y difícil, lejos de los poderes políticos y económicos, es una gran hazaña. Lo que hemos conseguido es el reflejo del esfuerzo y convicción. En algún momento nos dijeron que estábamos equivocados en escoger este camino, no obstante, nuestro interés es hacer las cosas bien y ganarnos la confianza de la comunidad desde la seriedad”.
¿Qué te motivó a ser parte de Norte Chico?
“El deseo de contribuir a la democracia local, al desarrollo de Illapel y el Choapa. Creemos fundamental que en comunas y provincias pequeñas como la nuestra, existan medios de comunicación que traten las noticias profesionalmente, desde la independencia política y económica. Eso lo hemos cuidado, lo que se evidencia en la incomodidad que hemos provocado en poderes locales. Sentimos que el periodismo es parte fundamental de la democracia y ese es nuestro norte”.
¿Hay diferencias entre tu labor en una gran ciudad como Antofagasta, Concepción versus Illapel?
“No hay diferencias. Nosotros hacemos periodismo local, al igual que ellos. Nuestros esfuerzos -que son muchos- se concentran en las noticias locales que nos impactan como sociedad. Bajo esa perspectiva, salvo los grandes medios que están radicados en Santiago que aspiran a tener una visión nacional e internacional, el periodismo es el mismo en todos los lugares”.
Has trabajado en diversos puestos corporativos. ¿Sirve esa experiencia o no a la hora de hacer periodismo en un medio propio?
“Claramente sirve. Podríamos decir que es una especie de trampa que permite detectar fácilmente las intenciones que hay detrás de los comunicados de prensa que nos llegan desde las diversas instituciones y empresas. Las comunicaciones corporativas y el periodismo en medios tienen objetivos y tratamientos distintos de la noticia, por ende, conocer ambos mundos es una gran ventaja”.
¿Qué tan complejo ha sido hacer periodismo en regiones?
“Más que complejo… es apasionante. Darte cuenta que las noticias de tu medio tienen la misma o más relevancia para la comunidad que las de los grandes medios es un aliciente. No obstante,siempre hay trabas, pues en comunas pequeñas donde buena parte de los vecinos nos conocemos, es complejo enfrentar temas como la delincuencia y la corrupción, especialmente porque son altas las posibilidades de que los protagonistas de éstas te los encuentres a diario en la calle”.
¿y es buen negocio?
“Económicamente es desafiante. Mantener un medio sin auspicios de las grandes marcas, no es sencillo, sin embargo, en la zona hemos encontrado una respuesta bastante amable, pero por sobre todo comprometida de las empresas, industriales y comerciantes locales, quienes han visto en nosotros una buena vitrina para llegar a sus públicos”.
¿Qué consejo le darías a las nuevas generaciones de periodistas que intentan emprender con un medio?
“Si bien avanzamos hacia una consolidación, aún estamos en una etapa de construcción. 100 ediciones para nosotros es un gran hito, una meta que luchamos muchísimo por cumplir, no obstante, nuestras ambiciones están lejos de cumplirse, por lo que es difícil aconsejar al respecto, especialmente porque estoy seguro que aun enfrentaremos muchos problemas y cometeremos errores”.
“Sin embargo, por el bien del periodismo y del aporte que se genera a la comunidad, creo fundamental que los emprendimientos sean transparentes en su línea editorial, que se reconozca si son financiados desde una vereda política o desde un poder económico”.
Hablemos de objetividad… ¿cómo se logra?
“No creo en la objetividad, soy un convencido de nuestro rol para interpretar las noticias desde nuestra experiencia, pero eso es distinto a manipular escondiendo los intereses que hay detrás, aunque aquello resulte económicamente un mal negocio. Los grandes medios del país, tienen una postura política y la ocultan”.
¿De qué forma crees que es percibido tu medio por la comunidad?
“Más allá de las críticas que han emanado desde nuestro medio -que seguramente ha incomodado en más de una oportunidad- espero que lo vean como un trabajo serio. No hay costumbre a la crítica, a la investigación, a la validación con documentos en la zona, pero de seguro con el tiempo se entenderá que ésta es una de las tantas formas de control social que existen”.
¿Cómo es tu relación con las autoridades locales y regionales?
“El periodismo permite conocer a las autoridades y que éstas te traten con cierto grado de confianza. Hoy nos esforzamos porque esa confianza se acabe. La amistad entre periodistas y políticos hace -generalmente- que se confundan las cosas”.
¿Cuál crees que es el aporte que realizan medios como el tuyo a la sociedad chilena?
“Las comunas del país sufren escasez de noticias locales y superávit de noticias nacionales que no nos interesan, el ejemplo más claro son los minutos y minutos que ocupan los canales de televisión para hablar del tránsito de Santiago. También sufren de lo que podríamos llamar un síndrome de noticias corporativas que emanan de las instituciones y empresas, las cuales son replicados por los distintos medios sin ningún tipo de cuestionamiento”.
“Es en este punto donde medios como el Norte Chico dan acceso a la comunidad a tener información de interés real para ellos y por ende, contribuimos a más democracia”.
¿Cómo ves el Norte Chico en el futuro?
“Nuestro sueño es alcanzar toda la provincia, pero por sobre todo convertirnos en un Diario. Dejar de salir una vez a la semana para estar todos los días en la calle. Somos la capital de la provincia que más aporta a la Región y no contamos con un diario. Los llamados regionales no nos representan, más aun, ni siquiera cuentan con corresponsales en la zona”.
¿Cuál sería tu reflexión de vida sobre lo que estás haciendo en términos personales y profesionales?
“Aquí hay un enorme sacrificio profesional, personal y familiar. Emprender un negocio como éste, implica mucho más tiempo que estar trabajando para otro y por el momento también significa un detrimento económico, pero estamos seguros que eso lo subsanaremos en el corto plazo. Sabemos que vamos por buen camino, por eso cada día trabajamos con más pasión”.
Desde Poder y Liderazgo enviamos nuestras sinceras felicitaciones por el trabajo esmerado, responsable y serio que caracteriza a Norte Chico, pues en sus 100 ediciones está el reflejo de la labor cumplida y del futuro del periodismo en regiones.
Sin lugar a dudas un liderazgo regional que debemos poner en valor.