Por: Raúl González. Director Comercial y Clientes para Hispanoamérica de InterSystems
Con un llamado a intensificar los esfuerzos, el Presidente Gabriel Boric concluyó el eje de salud en su reciente Cadena Nacional, donde presentó los principales lineamientos para la Ley de Presupuesto 2025. En su discurso reconoció a las listas de espera como una deuda pendiente y se comprometió a aumentar en un 68% de los recursos destinados a esta área, ¿pero cómo asegurar que estos fondos se transformen en solución?
Actualmente, somos pioneros en la adopción de soluciones digitales en salud, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Chile se encuentra entre los países de la región que cuenta con el 75% de las dimensiones claves para su progreso. Algo que ha sido posible gracias a los significativos avances normativos y tecnológicos implementados para mejorar la eficiencia en el sistema sanitario.
La recientemente promulgada Ley de Interoperabilidad de Fichas Clínicas es un paso más en la ruta de modernización. Esta normativa establece que la información médica de los pacientes debe ser accesible de forma centralizada para asegurar la continuidad de los cuidados y reducir costos asociados a la duplicación de exámenes y procedimientos.
Aunque hemos avanzado, aún quedan desafíos que resolver. Con el Presupuesto 2025 en la mira es fundamental que se destinen los recursos necesarios para consolidar la salud digital como un pilar capaz de enfrentar los problemas estructurales del sistema sanitario.
De acuerdo al Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA), Chile se encuentra entre los tres países sudamericanos catalogados como pioneros en la adopción de Inteligencia Artificial (IA) y su uso podría aportar 1,2 puntos adicionales al PIB anual. Con estas condiciones habilitantes ya en marcha, ¿por qué no seguir invirtiendo en esta línea para fortalecer aún más la salud digital?
Si bien tenemos más adaptabilidad, no podemos permitirnos retroceder en líneas como capital humano. Las nuevas tecnologías están redefiniendo la atención médica con una mejor precisión de diagnóstico, optimizando la asignación de recursos y elevando la calidad de cuidados. Además, permiten una gestión más eficiente de los flujos de trabajo en hospitales, liberando a los profesionales de tareas repetitivas, para centrarse en el paciente.
Herramientas como la IA y el análisis predictivo permiten anticipar complicaciones y personalizar tratamientos, algo que podría reducir la saturación en los servicios médicos al evitar que las condiciones de los pacientes empeoren y previniendo hospitalizaciones prolongadas.
El fortalecimiento de la salud digital no debe verse solo como una estrategia para mantener el liderazgo regional, sino como un paso fundamental para garantizar una atención de calidad en todo el país. La interoperabilidad, el uso de IA y la gestión de datos en tiempo real son aspectos fundamentales para crear una infraestructura sanitaria robusta y preparada para los desafíos del futuro. El Presupuesto 2025 debe priorizar las soluciones digitales para transformar el sistema de salud chileno y así asegurar el bienestar de la ciudadanía.
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