Por: Germán Sáenz. Gerente de Ciudadanía Corporativa y Asuntos Públicos de Samsung Chile
Recientemente muchos escolares volvieron a sus salas de clases y con ellos los profesores, quienes tienen la tarea de liderar y motivar, dentro de las aulas, el aprendizaje de sus alumnos.
Si bien es cierto que cada nueva herramienta tecnológica que aparece con los años, representa una nueva habilidad que los profesores deben aprender, también corresponden a nuevas ventajas para capturar la atención de sus estudiantes o aprovechar de mostrar de manera más lúdica sus contenidos.
Anteriormente todas las asignaturas podían ser tratadas de la misma forma y era posible aprender con lápiz y papel tanto biología como en matemáticas sin preparar un material distintivo. Hoy las posibilidades son más amplias y muchos profesores pueden usar tecnologías como pantallas interactivas o lentes de realidad virtual para mostrar las materias.
Durante 2017, proyectos como Nómada 360, llevado cabo por Samsung Electronics y Fundación Ecoscience, demostraron que los niños pueden aprender de geografía a través de lentes de realidad virtual. Grabando previamente cómo lucían lugares tan icónicos y geográficamente distintos como por ejemplo el Morro de Arica o los paisajes de la Isla de Chiloé, los niños podían capturar imágenes que compartían con otros escolares, enseñando los lugares de Chile, su forma, clima y relieve.
Asimismo, en escuelas rurales y con tablets en la Sexta Región, estudiantes de enseñanza básica en la localidad de Chépica aprendieron de forma distinta: participaron y crearon proyectos liderados por docentes de diferentes asignaturas.
Esto último, demuestra que con cada año que pasa el lenguaje digital se convierte en el lenguaje nativo de los alumnos, quienes fuera y dentro del colegio se conectan a Internet y manejan dispositivos con gran naturalidad. Por ello, pensamos que este lenguaje de la tecnología debiese ser aprendido, manejado y aprovechado por los profesores.
Con los docentes como guía, los dispositivos y las tecnologías pueden tener efectos aún más positivos y, por otra parte, los estudiantes pueden incentivarse a aprender con herramientas que los entretienen, captan su atención y les resultan cotidianas.
La tecnología tiene mucho por ofrecer al interior de la sala de clases y por esto, los profesores no deben sentir que deben lidiar o sobrevivir a la era digital, sino sumarse a ella, sacar partido de la innovación y usar la tecnología como un medio para acercarse y motivar a los estudiantes.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.