Realidad de una Trans Feminista

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Por: Tamara Casado Vergara. Ingeniera en Turismo. Activista Transgénero. Corporación Fuerza Trans, Coquimbo


Veo que la calle está en marcha, veo que el aborto en tres causales venció todos los obstáculos, veo que las Ues y Colegios están movilizadas, veo que la TV está agitada. Veo que esto no es un capricho, veo que es la realidad de un Chile que como olla a presión reventó. Veo que El Feminismo alzó sus puños ante el maltrato y la muerte, veo que el patriarcado ya no tiene riel en nuestros corazones, veo que las mujeres miran  de frente y sin miedo, pero también veo que existe un segmento que está aún subyugado por millones de razones. Nosotras: LAS MUJERES TRANSGENERO.

Nosotras estamos 3 peldaños más abajo de todo, entre el polvo, a obscuras, nos quieren escondidas. La sociedad niega mi posibilidad de ejercer mi título con mi nombre social,  debo trabajar escondiéndome de mi misma, pues si trato de ser respetada por mi condición. en mi trabajo podría ser despedida y tendría que peregrinar en oficios. Esto NO ES JUSTO, como tampoco lo es que mis compañeras no puedan nivelar sus estudios para salir del trabajo sexual.

Desde hace siglos estamos fuera de la sociedad. Sin Salud, sin Educación y sin Trabajo. Nunca hemos pedido ningún trato especial para nosotras. Porque nunca pudimos hacerlo. Nosotras, las mujeres transgénero requerimos ser escuchadas y “hermanadas”. Comenzamos a organizarnos  en colectivos Trans, hemos separado nuestra lucha de movimientos homosexuales, pues NO LO SOMOS.

Desde hace 5 años, subimos esos 3 peldaños y nos asomamos a la superficie. Desde hace 5 años estamos  luchando por nuestra dignidad, queremos igualdad de trato.  No somos ya esas “travestis” o “Pintadas” de los 70s u 80s, hoy estamos despatologizadas por la OMS.

Ya no somos circo, no somos ratas blancas de laboratorio, SOMOS MUJERES. Queremos una Ley de Identidad de Género, por ello marchamos con las hembras, como hembras, la lucha también es nuestra. Soy acogida, siento el cariño y el buen trato de mis iguales. Nos miramos de frente, nos ayudan a despojarnos del polvo y nos dan luz, somos hermanas en la lucha.

Pero frente a la lucha, el sistema reacciona. El sistema nos oprime. El sistema nos violenta, muchas compañeras mueren y en noticieros se habla despectivamente de Travestis, e insisten por mencionarnos  con nuestro nombre registral (masculino), así nos matan en nuestra identidad. Pero hoy estamos para querernos y apoyarnos, nuestros ovarios no son parte de nuestro cuerpo, pero si nuestro corazón, somos hembras contestatarias, somos MUJERES TRANSGENERO y FEMINISTAS. Así, con nuestra realidad acuestas, provocamos.

¿Algo puede provocar más al sistema que nuestra existencia?


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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