Producida por Cervecería Tamarugal, quienes regalan el grano remojado que resulta del proceso de maceración de la malta para alimentar a los animales de diferentes granjas de la zona. A cambio, los granjeros retribuyen este gesto intercambiándolo por sus productos, manteniendo la tradición del trueque
Alejandro Silva es amante de la cerveza y decidió hacer de ese fanatismo un emprendimiento, dando origen a Cervecería Tamarugal, que nace en el corazón del pueblo de La Tirana, elaborada con ingredientes 100% naturales y fermentada sin elementos químicos, bajo estrictos estándares de calidad, para saciar la sed de los paladares nortinos.
Profesor de historia de profesión y especializado en el extranjero en neurociencia, participó en cursos, charlas y catas sensoriales de cerveza cuando estuvo fuera del país y al llegar a Chile pensó en hacer algo relacionado. Tomó esta idea junto a su familia como un desafío y decidieron instalar estratégicamente una fábrica en La Tirana, pueblo religioso cargado de leyendas.
Y es que Alejandro no sólo quiso potenciar la calidad de su producto, sino también darle una identidad regional, adoptando la imagen de la Ñusta Huillac, princesa Inca que se opuso ferozmente a la conquista española y que recibió el apodo de Tirana del Tamarugal. “Llegamos al pueblo para fomentar la fuerza laboral del lugar y potenciar también el turismo, porque hay muchas zonas turísticas que se desconocen, por lo mismo adoptamos esta imagen corporativa, para que las personas conozcan la historia del pueblo, conozcan la lucha entre los incas y los españoles”, explicó el emprendedor.
Sercotec y Centro de Negocios
Con todo esto en mente, cuatro años demoró en materializar el proyecto. “Los primeros años fueron de prueba, instalamos las maquinarias, comenzamos a generar la fábrica y a realizar el diseño. Ya en el tercer año constituimos la empresa como tal”, recordó Silva. El negocio comenzó a prosperar rápidamente, pero llegó un punto en el cuál necesitó ayuda.
“No vengo de un mundo empresarial. Conozco mis capacidades y mis límites y cuando la empresa comienza a crecer hay un punto en la cual se necesita de una ayuda profesional. No tenía los recursos para pagarle a un ingeniero comercial, se nos hacía difícil y en ese momento nos acercamos al Centro de Negocios Sercotec Iquique, donde nos asesoraron y nos dieron la ayuda que necesitábamos para continuar expandiéndonos”, manifestó Alejandro Silva.
En la actualidad están presentes en el mercado hace 2 años, con venta en Antofagasta, Calama y San Pedro de Atacama, además de 36 puntos de comercialización en la ciudad que incluyen botillerías, restaurantes de otros emprendedores de la zona y el Casino Dreams.
Si bien toda la inversión de la fábrica la realizó con capital privado, este año Cervecería Tamarugal se adjudicó un Fondo Crece de Sercotec, con el cual implementarán un enfriador. “Actualmente demoramos cuatro horas en enfriar 500 litros de mosto (extracto de la malta, lúpulo y agua hervida) y gracias a esta máquina demoraremos sólo una. Con esto bajamos considerablemente los costos y optimizamos la producción e incluso podemos aumentarla.
Patricio Burg León, director regional de Sercotec, precisó que: “Emprendedores como Alejandro son lo que entregan una identidad a la región, no sólo aportando con un producto de excelente calidad, sino también fomentado el turismo de la zona con su fábrica y la historia que hay detrás. Contribuye a la fuerza laboral y crea nuevas oportunidades de trabajo gracias a su esfuerzo y perseverancia. Justamente las herramientas de fomento que entrega el Estado son cruciales para que los emprendedores puedan continuar expandiendo sus negocios y con ello mejorar su productividad e infraestructura”.
Compromiso medioambiental
Consciente del cambio climático y del efecto ambiental que causan las técnicas productivas de cualquier proceso industrial, Cervecería Tamarugal adoptó diferentes medidas para reducir este impacto. La primera de ellas fue modificar los fermentadores al instalarle un motor que trabaja con gas caliente y frío, que opera de manera similar al aire acondicionado de los vehículos.
“La temperatura de los fermentadores hay que controlarla, para eso los rodea una cañería por donde entra y circula agua en forma constante por un motor que la calienta o enfría según sea la necesidad para lograr la temperatura ideal. Son miles y miles de litros de agua que se usan y que luego se eliminan. Nosotros, al modificar nuestros fermentadores, evitamos la pérdida de miles de litros de agua y además reducimos los costos, porque el consumo energético es similar al de un refrigerador”, expuso Alejandro.
Dentro de las medidas también incorporaron una nueva línea de barriles para la distribución de cerveza, contenedores elaborados con plásticos reciclados PET importados desde República Checa. Con ello evitan utilizar las cubas fabricadas de fierro, aluminio y acero inoxidable, metales pesados cuya extracción genera una importante huella ambiental.
Las botellas de vidrio también son parte de estas iniciativas, ya que los clientes pueden contribuir a la reutilización de éstas entregándolas al momento de comprar nuevas unidades y con eso obtener un beneficio económico, al descontar el valor del envase.
Además de todas estas ideas, la última de éstas adoptadas por el empresario cervecero es regalar el grano remojado que resulta del proceso de maceración de la malta para alimentar a los animales de diferentes granjas de la zona. A cambio, los granjeros retribuyen este gesto intercambiándolo por sus productos, manteniendo la tradición del trueque.
Experiencia cervecera
La planta puede ser visitada, previa coordinación a través de Facebook e Instagram, por todas aquellas personas que deseen conocer el proceso de fabricación de esta bebida y degustar los tres tipos de bebida de corte inglés (brown ale, pale ale y porter). “Contamos además con un restaurant con terraza y vista a la plaza, también anclados a nosotros esta Hotel Sariri, que es parte de Cervecería Tamarugal, con salas de entretención y spa, el hospedaje es administrado por mis padres y nos estamos perfilando como un complejo cervecero, queremos que más que ir a probar cerveza, vivan una experiencia cervecera”, puntualizó el emprendedor que busca continuar expandiendo su producción y abarcar todo el norte del país para luego expandirse al sur, llevando parte de la historia de Iquique a todo Chile.