Por: María Eugenia Mingo S. Gerente General de la Asociación Gremial de Industriales Gráficos de Chile (Asimpres)
En un mundo cada vez más consciente de la importancia de avanzar en la protección del planeta mediante acciones como las restricciones al uso de materiales altamente contaminantes en diversas actividades productivas, es fundamental que las políticas públicas recojan ese compromiso en un contexto de impulso a una economía cada vez más circular y sostenible desde una amplia mirada ambiental, social y económica.
En su concepción, la Ley de Plásticos y Productos de un Solo Uso busca abordar la excesiva generación de basura en la industria de alimentación, limitando la entrega de productos desechables en los establecimientos donde se permite consumo en su interior. Sin embargo, la ley que pronto entra en vigencia en su última etapa no solo se limita a los plásticos, como dice su nombre, sino que excluye a todo material distinto a lo que se puede reutilizar.
Inexplicablemente, eso deja fuera al papel y la cartulina, materiales reciclables y compostables que hoy se alzan como importantes aliados aliados en la lucha por el cuidado del medio ambiente.
La impresión sustentable es un ámbito que puede ayudar a marcar una diferencia significativa no solo a la industria gastronómica, sino también a otras actividades que están intentando dejar atrás los plásticos. Privilegiar papel y cartón en el packaging es un camino que ya diversos productores están tomando, entendiendo que es una dirección correcta al poner a disposición de los consumidores envases hechos a partir de recursos renovables, totalmente reciclables y/o compostables.
Sin embargo, la incorporación a la ley de estos materiales en la misma categoría que el plástico es un error que podría tener graves consecuencias. En lugar de castigar a industrias comprometidas con la sostenibilidad, como la industria del papel, deberíamos estar buscando alternativas que promuevan el uso de materiales compostables.
Modificar la norma vigente para promover el uso de envases compostables sería un paso en la dirección correcta. Esto no solo impulsaría la transición hacia un modelo empresarial más sostenible, sino que también fomentaría la innovación en la industria, creando nuevas oportunidades económicas y reduciendo la dependencia del plástico.
Es hora de repensar la legislación para que refleje su espíritu original. Promover la impresión ecológica y el uso de materiales compostables no solo es bueno para el planeta, sino que también es una oportunidad para construir un futuro más próspero y sostenible para todos. Es momento de actuar en consonancia con nuestras palabras y trabajar juntos hacia un mundo más sostenible y saludable para las generaciones futuras.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.