Por: Juan José Ronsecco. Presidente de Corproa
Hace algunas semanas atrás, el gobierno dio a conocer las 43 comunas beneficiadas por el “Fondo Puente de Comunas Mineras” del Royalty Minero. Esos dineros comenzarán a llegar a partir de este año y se duplicarán en 2025, por lo que será posible planificar inversiones que tengan impacto regional.
Con este Fondo activo y operando, será importante conocer cómo se distribuirá y que cualquier atacameño o atacameña pueda saber cómo se usarán esos dineros en su comuna o la región.
Atacama requiere una mejor infraestructura, tal y como vemos en otras regiones del centro-sur del país. Para ello, requerimos que nuestras autoridades, nuestros legisladores, nuestra gente atacameña se una en torno a esta demanda, emulando a Pedro León Gallo y las luchas que dio por una distribución más equitativa del Presupuesto Nacional.
Si logramos que el Estado invierta en más infraestructura regional, esos dineros del Royalty podrían amplificar la inversión o destinarse a otras urgencias, favoreciendo el desarrollo regional.
También sabemos que el crecimiento de nuestra región va de la mano con la generación de empleos y la contratación de empresas regionales o con asiento en la región. Necesitamos comprometer a los mandantes con su apoyo y respaldo a estos proveedores; que abran sus procesos a las empresas locales y la mano de obra regional.
Para ello, debemos fortalecer a los proveedores locales mediante un trabajo Público-Privado que les entregue las herramientas necesarias para generar ventajas competitivas. Muchos socios de nuestra Corporación ya lo están haciendo y el Cluster Minero Atacama, impulsado por Corproa, ayudará a fortalecer esta posición.
Todos quienes somos parte de esta región tenemos claro el aporte que representa Atacama para la economía nacional y el potencial que tiene en la cartera de inversiones de los próximos años. Es por eso que requerimos del Estado mayor inversión en infraestructura pública, educacional, de salud, mejoras en la urbanización, mejoras viales, entre otros, para que nuestros hijos no tengan que emigrar forzadamente al no encontrar empleos de calidad o porque las ciudades no tienen el atractivo suficiente para hacer sus vidas aquí.
Los dineros del royalty, creemos, no debieran ser destinados a satisfacer estas demandas básicas, si no que debieran usarse para potenciar esas inversiones y hacer de Atacama no solo una mejor ciudad para vivir, sino un verdadero polo de desarrollo para el país.
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