El congresista por la región de Antofagasta pide al gobierno que se pronuncie por incumplimiento del compromiso de traspasar recursos a la fundación
El Senador Pedro Araya se mostró preocupado por la vulnerable situación financiera a la que están expuestas distintas organizaciones sociales y de beneficencia en nuestro país, al ver congelados o paralizados los recursos que entrega el Estado a través de diversas herramientas. En el caso de la Teletón el Senador señaló que “es imprescindible entregar mayores recursos que independicen a la institución del evento anual en que todos los chilenos aportan a la obra”.
“Una vez al año todos nos reunimos en torno al aporte solidario para sacar adelante a los niños y niñas que se atienden en la Teletón, pocos saben que el aporte del Estado (a través de FONASA) resulta fundamental para su funcionamiento durante el año y es ahí donde no se está cumpliendo con los compromisos adquiridos”, indicó el parlamentario.
Diagnóstico que se da en el marco de una serie de reuniones sostenidas entre representantes de Fundación Teletón y el parlamentario de la región de Antofagasta, quien es integrante de la tercera subcomisión que analiza la partida de Salud –donde se analiza este presupuesto- y quien ha sido activo defensor de esta causa.
El panorama administrativo de la Teletón es poco auspicioso, pues representantes del Instituto le señalaron al senador que el Estado se había comprometido a duplicar los recursos en esta discusión presupuestaria de salud, cosa que no está ocurriendo.
“Hubo un compromiso que no se ha cumplido, sino que se congeló el monto de las prestaciones de Fonasa cuando hoy esta Fundación atiende a más personas, porque también ha abierto más centros. El monto que está entregando el Estado no le alcanza para cubrir sus costos de operación. Es urgente que el gobierno se pronuncie respecto a esto”, indicó el senador Pedro Araya.
El Senador también llamó al Ejecutivo a pronunciarse por la crítica situación que está enfrentando la Fundación Las Rosas, que tendría sus fondos congelados desde el 2013, pese a que en los últimos 6 años los gastos habrían aumentado en un 60%.