Por: Tomás Grandi. CEO de Sked24
El reciente informe de la Contraloría, que evidencia cómo familiares de funcionarios fueron priorizados en las listas de espera en cuatro regiones del país, refleja una falla estructural en nuestro sistema de salud. Estas irregularidades, además de ser una falta de respeto a la confianza pública, subrayan la urgencia de introducir mecanismos más transparentes y justos.
En Chile, las listas de espera alcanzan a más de 2,6 millones de personas, una cifra que representa un desafío monumental. Sin embargo, cuando las prioridades se alteran arbitrariamente, no solo se retrasa la atención de quienes realmente lo necesitan, sino que también se erosiona la buena fe en nuestras instituciones de salud.
La tecnología tiene el potencial de ser la herramienta transformadora que este sistema requiere. La implementación de plataformas digitales para la gestión de listas de espera puede garantizar una asignación más equitativa de recursos, basándose en criterios médicos objetivos y transparentes y recuperar hasta un 25% de las citas que se pierden por falta de gestión o ausencia informada de los pacientes. Por ejemplo, algoritmos que prioricen casos según su gravedad, sistemas que registren automáticamente las decisiones y auditorías en tiempo real que detecten irregularidades.
Estos avances no solo optimizarían la administración del sistema, sino que reducirían las brechas de inequidad. La gestión digital permite la trazabilidad completa de los procesos, mejorando significativamente la eficiencia operativa y la transparencia. Imaginar un futuro donde las listas de espera sean priorizadas con justicia no es solo un sueño, es una posibilidad que está al alcance de nuestras manos.
Este es el momento de avanzar hacia un sistema de salud del siglo XXI, en el que la confianza se restaure mediante tecnología al servicio de las personas. Las herramientas existen; solo falta la voluntad de adoptarlas y priorizar un cambio que beneficie a todos.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.